riquezas marítimas por explotar, que son la mayor reserva vital de la humanidad en sus
necesidades alimentarias yen su demanda de materias primas minerales, resulta evidente y
prioritario aunar criterios e intereses entre los países que la integran.
Surgen ase materias de análisis, y concierto tan dispares a la vez que trascendentes,
como son los derechos del mar; la explotación y conservación de dichas riquezas; la
defensa y común cautela del medio'oceánico que rodeamos, particularmente en lo que
atañe a la experimentación nuclear; el. reconocimiento recíproco al patrimon io litoral o
mar territorial; la soberanía antártica; o el estudio de las estructuras jurídicas y políticas
más 9decuadas para que, en un porvenir cercano, esta coincidencia de los lazos geográficos
se refleje en mayor desarrollo, mayor bienestar y más perfecta comprensión entre cada
una de las naciones que lo orillan".
FACTOR DE REORGANIZACIOI\l
"Bajo la incitación de estas perspectivas, el Pacifico asiste a una reordenación de las
fuerzas económicas, militares y culturales que operan en su cuenca, ante esta realidad
cambiante, los países en desarrollo, caracterizados por ser
r~ceptores
netos de· tecnología
foránea, deben emprender una política dinámica e imaginativa que les asegure una partici–
pación proporcionada, creciente, en el futuro de la zona, debemos estudiar la dimensión
regional más apropiada para incrementar el poder de negociación de los pa(ses en
desarrollo de la Cuenca, y para cada uno de ellos.
A su vez, las gra'ldes potencias industriales que se dan cita en el Pacífico han de
comprender que lo que nos une es la paridad de nuestros intereses y no la dispar idad de
nuestras fuerzas.
Pienso que es necesario enfocar con un profundo sentido de equidad internacional y
de confianza mutua en el futuro, las actuales proposiciones de cooperación económica, de
intercambio científico-tecnológico y de diseño del régimen jurídico para el océano
común, sólo así responderemos adecuadamente al gran desafi'o de la Cuenca del Pacifico,
que debe ser el elemento central en las proyecciones de progreso de nuestros pa(ses.
Pienso, también, que el diseño de estas pol(ticas ha de plantearse en términos
realistas y pragmáticos, sin más obediencia que aquella que responda al objetivo de bien
común. En consecuencia, es necesario despojarlas de compromisos de carácter ideológico
o de reservas en el orden doctrinal. Chile, al menos, sustenta el principio de que eada
nación es soberana en el discernimiento de aquellas estructuras que más convengan a los
hábitos de su cultura, su tradición, su concepto de la vida social y del hombre.
INTEGRACION TRANS-PACIFICO
"En la elaboración de este vasto conjunto de tareas, a más de las responsabilidades
que atañen oficialmente a los gobiernos interesados, nacen misiones de igual
ü
mayor
trascendencia para la iniciativa privada, el pensamiento universitario y el trabajo de la
ciencia o de la técnica. Todos estos otros diversos sectores, en cada uno de nuestros
pa(ses, están llamados a participar en él, postulando la construcción de elementos y lazos
que fortalezcan la integración Trans-Pacífica.
Por eso, me complace constatar que en este tercer seminario, realizado bajo los
auspicios de la sociedad australiana de estudios Latinoamericanos, la Comisión Andina de
Educación Superior y el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, se conciertan
técnicos, empresarios, cientl'ficos y académicos de todos esos sectores, y estoy cierto que
su aporte será de muy alto valor en el estudio y difusión de la materia que hoy nos
preocupa.
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