Ciencia y tecnología en la cuenca del pacífico - page 16

DISCURSO DEL SR. NOEL DESCHAMPS, PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD AUS–
TRALIANA DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS.
La inmensidad misma del Océano Pacífico
ha
actuado, por lo menos hasta la
lI~ada
de los Europeos, hace menos de 500 años, como una casi insuperable barrera para el
contacto entre los pueblos que viven en sus costas oriental y occidental. Sólo aquellos
marineros intrépidos, los Polinesios, se enfrentaron a los peligros del vasto Pac(fico para
formar sus hogares en las islas diseminadas por miles de kilómetros de océano, y no
dejaron testimon io escrito de sus viajes.
Las grandes civilizaciones de Asia, a pesar de su destreza marítima, volvieron la
espalda al gran oceáno, como lo hicieron también las civilizaciones de las Américas.
El apogeo del comercio de la seda y la plata entre México y China a través de
Manila, y más tarde, durante el siglo diecinueve, el comercio a vela nutrido entre Val–
para(so y otros puertos Sudamericanos y Australia fUI:; de duración limitada. Ambas
iniciativas, de¡be notarse, fueron lanzadas desde América Latina.
El océano Pac(fico se ubicaba geográficament.e lejos de la mayor parte de los prin–
cipales centros de poder económico y político yen la periferia de sus intereses.
Los últimos cien años, sin embargo, con el despertar y la apertura al mundo,
primero del Japón y después de la China, la construcción de los canales de Suez y
Panamá, la revolución científica y tecnológica, la explosión demográfica y el des–
plazamiento en el equilibrio del poder económico y pol(tico desde el continente europeo,
han sido testigos de una transformación extraordinaria.
Cuatro de las potencias más grandes del mundo en el campo político y económico
son ribereñas del Pacífico norte, sin nombrar una potencia media del calibre de Canadá.
El intercambio a todos los niveles entre aquellos países, destacadamente Japón y los
Estados Unidos, y los países del Pacífico Sur, se ha desarrollado en un grado im–
presionante.
Pero ¿qué hay del intercambio comercial, cultural, académico, científico v tecno–
lógico entre las naciones del hemisferio sur y de la zona ecuatorial, en especial aquéllas de
las antípodas y la región Andina? .
Como dijo el Profesor J.L. Parry, Profesor de Historia Oceánica de la Universidad de
Harvard. en su discurso inaugural de la Sociedad Australiana para Estudios Latino–
americanos en septiembre de 1974: "Así como América Latina, Australia es la creación
de Europeos transplantados a un medio ambiente nuevo e inicialmente desconocido. Los
problemas económicos y en cierto modo las presunciones políticas de los Asutralianos se
asemejan a aquéllos de los principales países de América del Sur. Los Australianos y
Latinoamericanos tienen inquietudes comunes".
Sin embargo, las formas estructurales, convenciol1es Y actitudes mentales que
fueron heredadas en ambos casos de Europa inhibieron a Australia y Nueva Zelandia, por
un lado, ya los pa(ses de Sud América, por otro lado, de estrechar vínculos entre sI'. Su
dependencia política, intelectual, cultural y económica con el hemisferio norte fue, y
hasta cierto punto aún es, un factor de restricción. Las rutas de comunicaci6n y de
comercio a través del Pacífico casi invariablemente cruzan el ecuador.
16
1...,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15 17,18,19,20,21,22,23,24,25,26,...352
Powered by FlippingBook