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hacen cargos de que esto es un doble criterio que constituye la explotación de la población
de los países en vías de desarrollo.
La segunda pregunta controversial que ha salido a la luz en preparación de los
ensayos de la vacuna contra el VIH es: ¿Qué debe proporcionarse, por quién y a quién,
luego de la finalización exitosa de un ensayo? ¿Deben tener derecho a la vacuna los
participantes del ensayo que recibieron placebos, si ésta demuestra ser eficaz? ¿Deben los
individuos o grupos considerados de estar en alto riesgo de infección en el país donde se
probó la vacuna recibir el producto? ¿Deben todos aquellos en el país, con necesidad
percibida, recibir la vacuna? ¿Debe darse la vacuna a otros países en vías de desarrollo
que tengan gran incidencia y prevalencia de la infección por VIH? Las pautas internacionales
del CIOMS incluyen las siguientes declaraciones:
La investigación patrocinada externamente, diseñada para desarrollar un producto
terapéutico de diagnóstico o preventivo, debe ser sensible a las necesidades en salud del
país anfitrión. Debe conducirse sólo en los países anfitriones en los cuales la enfermedad u
otra condición para la cual se indica el producto sea un problema importante. Como regla
general, antes de la investigación, el organismo patrocinador debe estar de acuerdo en que
cualquier producto desarrollado mediante tal investigación se hará razonablemente accesible
a los habitantes de la comunidad o país anfitrión a la finalización exitosa de la prueba.
En preparación a la iniciación de los ensayos de eficacia de la vacuna, el ONUSIDA
procuró identificar los temas éticos claves con probabilidad de surgir durante el diseño, la
ejecución y después de los ensayos. Con ese fin, el ONUSIDAorganizó una serie de consultas
regionales para recoger criterios de los grupos pertinentes en los países y regiones donde
tendrán lugar los ensayos de la vacuna. Con este proceso se intenta seguir el modelo de
“consulta a las comunidades” que se ha promocionado como un ingrediente ético en el gran
ámbito de la investigación de la infección por el VIH/SIDA.
En abril de 1998 se realizaron talleres en Brasil, Tailandia y Uganda, y se continuaron
en mayo, con una consulta en Washington D.C., con participación de los Institutos
Nacionales de Salud, los Centros para el Control de Enfermedades, expertos en vacunas,
éticos, personas que participaron en los tres talleres regionales y otros. La reunión final de
este proceso tuvo lugar en Ginebra.
¿Cuáles fueron las conclusiones principales que surgieron de los talleres regionales?
Los participantes estuvieron firmemente de acuerdo en que las comunidades en los países
anfitriones deben participar en el desarrollo y realización de los ensayos de la vacuna en
una alianza plenamente colaborativa. Este es un marcado distanciamiento de la forma
como se han trabajado las cosas en el pasado. Dos de los tres grupos regionales estuvieron
de acuerdo en que la comunidad debe tomar parte en el proceso lo antes posible. Aunque
quedaron algunas inquietudes sobre la potencial explotación de las comunidades o países
vulnerables, la posición expresada abrumadoramente en estas reuniones fue un rechazo al
proteccionismo de las políticas pasadas. Los participantes en las cuatro reuniones apoyaron
la noción que es el momento de abandonar el criterio proteccionista que define a todos los
países en vías de desarrollo como “poblaciones vulnerables”.
Investigación colaborativa internacional: acontecimientos recientes