55
purgativas, diuréticas, temperantes, sudoríparas, eméticas y laxantes. Tam-
bién utilizaban ungüentos, aceites, colirios y enemas para uso externo.
La principal guía farmacéutica de la antigüedad corresponde a Pedanio
Dioscórides, quien escribió un único tratado llamado “
De materia médi-
ca
”, estableciendo las pautas de lo que serían las futuras farmacopeas. Su
enfoque incluía un componente crítico, considerado por algunos entendi-
dos como el inicio de la farmacognosia y la farmacología.
A pesar del aporte de los griegos al desarrollo de la farmacoterapia, el ejer-
cicio farmacéutico continuó en manos de los médicos, no obstante lo cual
desarrollaron grupos recolectores de plantas y también de preparadores y
vendedores de
remedios
.
4.2. Roma
En Roma la medicina se desarrolló en varias escuelas, esencialmente influi-
das por la religión, hasta la llegada de los médicos griegos que portaban los
principios hipocráticos.
Los romanos adoptaron estos principios y les adicionaron sus propias
tendencias, menos especulativas y más acomodaticias. Su contribución
se concretó especialmente en organizar el conocimiento médico y farma-
céutico transformándolos de teorías a reglas y normas. Fueron un gran
aporte a la prevención de las enfermedades, realizando importantes obras
de salud pública.
Destacan durante este período Dioscórides y Galeno, quienes profundi-
zaron los conocimientos sobre los remedios y aportaron un gran número
de plantas medicinales al arsenal farmacológico. El primero, como ya se
indicó, se dedicó a la recopilación y clasificación de plantas medicinales y
el segundo, proveniente de Alejandría en el 162 d.C., fue un investigador
y terapeuta conocido como el iniciador de la farmacología racional.