

MÁS QUE BOLETAS
Por Carlos Ruiz E.*
La desidentificación con la política y su urgente refundación
L
a situación de parálisis por la que
ha pasado el gobierno y la polí-
tica, desde hace ya meses, acusa
una crisis. Pero no sólo se trata
de los escándalos de corrupción -legal e
ilegal- que hemos conocido. Para ellos
hay castigos posibles, podrá haber nue-
vas leyes, y la política seguiría su curso.
Estamos ante una crisis de legitimi-
dad institucional. Una que se viene
incubando como agotamiento de los
marcos de la política trazada en la
transición y que tiene que ver con los
estrechos límites de nuestra democra-
cia, con la marginación que establecen
de una variedad amplia de intereses
y sectores de la política institucional.
Nadie podría estar en contra de escla-
recer la relación que mantiene el dine-
ro con la política, pero ¿qué sucede con
la relación de la sociedad y la política?
Este es el nudo sistemáticamente elu-
dido por esos moldes de la transición,
vigentes hasta hoy. Las protestas de
1997 se encasillaron como una exter-
nalidad de la crisis asiática; a la movi-
lización del 2006 se respondió con un
consejo asesor y un acuerdo político
transversal; al estallido del 2011 se le
arrinconó bajo una discusión pura-
mente “educacional” que hasta hoy no
recibe respuesta. Discutir la democra-
cia es, pues, discutir la crisis.
Y es que el diseño político de la tran-
sición se sostuvo en una contención
de las demandas sociales, entonces al
amparo de la debilidad de los actores
subalternos, así como en el miedo a la
regresión autoritaria. Librada de ello
la ciudadanía, demandó participación
y cambios a la política. Pero no fue
escuchada. Y de la apatía de aquellos
años ‘90 pasó a la frustración y la rabia
frente al cierre político. La legitimidad
y las esperanzas cifradas en el ciclo que
se abrió tras el “NO” se fueron descom-
poniendo, hasta terminar dependiendo
de no más que el carisma de Bachelet.
En febrero esa burbuja reventó, hacien-
do patente el costo de esta sorda pro-
yección de los moldes de la transición,
a saber, desnudando el hecho de que no
hay fuerzas políticas constituidas para
representar los intereses de amplias
mayorías. Un vacío político. Ensimis-
madas, las fuerzas de la política institu-
cional insisten en seguir escindidas de
*Sociólogo, Director del Departamento de Sociología U. Chile, presidente del Directorio de Fundación Nodo XXI.
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