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El Paracaídas / Nº 7 mayo 2015
les. Desde luego que el asunto que afecta directamente a la
Presidenta no es un caso legal como Penta y SQM. Aunque
hay conductas dudosas y aunque la Presidenta ha cometi-
do el error de decir que no sabía nada del asunto, que es
un error porque obviamente no es verdad. Se demoró casi
tres semanas en reaccionar de una manera bastante incon-
veniente. Y a la pobre le reventó un balazo en el oído. La
generalización de que estamos en un periodo crítico es in-
fundada. Y tienen toda la prensa a su favor, porque en Chile
no hay prensa crítica, entonces toda la prensa toca el tambor
del desastre y no es así.
Hay un exceso de información circulando.
-Los medios de comunicación chilenos tratan de darle el
gusto a un público que no quiere pensar por su cuenta. Su-
puestamente esta es una crisis del gobierno que está com-
pletamente paralizado, desconcertado, y que es necesario
que se haga un cambio de gabinete para que la gente quede
tranquila y contenta. Esas son leseras, ¿verdad? Yo no veo al
gobierno ni paralizado ni desconcertado. Los deseos de un
público que no piensa en nada sino que acepta los ruidos
como vienen ha creado una depresión en los índices de po-
pularidad de la Presidenta.
Igual, desde antes de estos casos puntuales, Penta, SQM, Ca-
val, había una sensación en Chile, una idea de descon!anza.
-Sí, hay un descontento. Yo diría desde el primer gobierno
de Bachelet. Hay un tipo de descontento que es muy grave
y es con la educación chilena, que es más que justi!cado. Yo
no estoy ciento por ciento segura de que las leyes actuales
que se están enunciando y poniendo en vigencia para re-
formar la educación sean verdaderamente lo que hace falta.
¿Por qué cree usted que se ha producido este desgaste de la po-
lítica?
Por ejemplo, cuando Joaquín Lavín era candidato a la
presidencia, harto tiempo atrás, decía que uno de sus valores era
que él “no era político”. Como si ser político fuera un defecto.
-Exacto.
¿Por qué?
-Porque es muy inculto Joaquín Lavín. Jajajaja. Porque no
sabe lo que habla. No, pero lo que me está mostrando usted
es otra cosa: que ya hace bastante tiempo que la política tiene
un mal nombre. Pudiera haber, no estoy enteramente segura,
en este momento en Chile, una cierta nostalgia de una polí-
tica no tan engolada y establecida, sino de una política que se
vaya decidiendo a medida que surgen los problemas, de una
manera más o menos espontánea. Una nostalgia de la demo-
cracia directa, que se llama en la tradición del pensamiento
político. La democracia directa es una democracia que va de
asamblea en asamblea y que por lo tanto modi!ca las reglas
de momento según lo que le parece en ese momento. Aho-
ra, yo personalmente encuentro que eso sería completamente
infernal; yo sería contraria a la democracia directa, gobernada
por una asamblea que va y viene entre opiniones y cuestiones
que surgen de momento, porque los problemas que surgen de
momento no son los únicos problemas.
EDUCACIÓN Y REVOLUCIÓN
La gravedad del caso Caval, explica Cordua, depende de las
valoraciones que la gente tiene sobre Michelle Bachelet pro-
ducto de su campaña presidencial.
-Hubo una campaña que empezó a hablar que el país era
demasiado injusto, que era un país clasista, en el cual los ricos
hacían lo que querían y los pobres se morían de hambre. Esa
propaganda intensa que la gente escuchó antes de votar por
Michelle Bachelet era igualitarista desde un comienzo. No
cabía ninguna duda que ella se oponía a una sociedad como
ésta y que toda la reforma de la educación es una reforma
que tiene en vista, según yo, mucho más que la calidad de la
educación el igualar la cuestión de clase. Los contenidos han
sido descuidados, como ha dicho la derecha con toda razón,
porque se trata de una parte de un programa político de tipo
igualitarista. La reforma de la educación tiene en vista mucho
más el impacto social de hacer gratuita la educación de tal
manera que alguien de cualquier posición económica o social