ley se cumple desde hace 25 años. Por lo
tanto, éste es uno de los motivos que explica
que las tres universidades vinculadas al es-
tado de São Paulo siempre aparezcan como
las mejores en los rankings internacionales.
Sin embargo, las universidades federales se
encuentran en una situación muy difícil,
que se ha agravado en los últimos años por
la falta de financiamiento público.
En nuestro continente, muchas universi-
dades públicas tienen problemas simila-
res ¿Por qué es importante fortalecer lo
público en educación?
En nuestros países, las universidades
públicas son las únicas instituciones que
son capaces de mantener programas de
investigación consistentes. Hay universida-
des privadas excelentes, como la Universi-
dad Católica de Chile o la Católica de Río,
pero son pocas. Esas universidades general-
mente son sin fines de lucro y poseen una
estructura semejante a las universidades
públicas. Sin embargo, la misión de una
universidad pública es siempre promover la
cultura, el conocimiento, el arte y la identi-
dad cultural de un país.
En Chile, actualmente hay dos grandes
temas en discusión sobre la reforma a
la Educación Superior: gratuidad y lu-
cro ¿Debe existir gratuidad en la Edu-
cación Superior?
La gratuidad es un derecho constitu-
cional en Brasil. Se da en todos los niveles
públicos. Es un tema que no está en dis-
cusión en Brasil, porque cualquier cambio
implicaría modificar la Constitución del
país. Sin embargo, es aceptable el debate
sobre este tema, considerando la justicia so-
cial. Es decir, si una universidad pública es
gratuita gracias a los impuestos que todos
pagamos, lo justo es que toda la sociedad
se beneficie de ello. Pero sabemos que la
proporción de estudiantes pobres es mu-
cho menor en las universidades públicas
en comparación con los estudiantes ricos,
pese a que sus familias contribuyen de igual
manera a la gratuidad con sus impuestos.
¿Cómo se puede mejorar entonces ese
tema de justicia social?
Es un problema grave en Brasil, sobre
todo en mi universidad, porque la Univer-
sidad de São Paulo es la más exclusiva de
Brasil, y si dejamos las cosas como están,
siempre se favorecerá el ingreso de los más
aventajados. El gobierno federal estableció
por ley que todas las universidades públicas
tengan al menos un 50 por ciento de estu-
diantes provenientes de liceos públicos. O
sea, en vez de mejorar la Enseñanza Media
pública para que todos los estudiantes se be-
neficien, el gobierno resuelve actuar sobre las
universidades, presionando para su ingreso.
¿Qué porcentaje de estudiantes de escue-
las públicas entran a la Universidad de
São Paulo?
Ha aumentado de un 29 por ciento a
un 35 por ciento.
O sea ¿esa política está funcionando?
La política sobre el ingreso adoptada por
el gobierno federal no se aplica a la Univer-
sidad de São Paulo, porque nosotros no es-
tamos obligados a cumplir esa ley. Entonces,
en nuestra universidad tenemos un gran de-
bate al respecto. Muchos quieren establecer
“La educación no puede
tornarse en un
objeto de lucro. No es un objeto para ser
comprado y vendido de manera libre, como se
compra o vende un auto. Eso no es compatible
con los objetivos del desarrollo nacional. La
educación es un bien público que no puede
ser objeto de transacciones. No es un bien de
consumo. El Estado tiene una responsabilidad
enorme en regular la Educación Superior”.
cuotas según clase social y raza. No obstante,
la Universidad de São Paulo posee autono-
mía y decide cómo hacerlo. Por ejemplo,
resolvimos no adhirir a las cuotas, pero
adoptamos un sistema para darle ventaja
en el examen de admisión a estudiantes de
colegios públicos. Bonificamos su puntaje.
¿Y los estudiantes pobres que no logran
entrar a las universidades públicas estu-
dian en las privadas que lucran?
Sí, con financiamiento de un programa
del gobierno federal.
¿El propio gobierno financia a las insti-
tuciones privadas con fines de lucro?
Sí. También hay un crédito con inte-
reses bajos.
A su juicio, ¿es apropiado permitir de
manera legal y financiar con dineros pú-
blicos el lucro en educación?
La educación no puede tornarse en
un objeto de lucro. No es un objeto para
ser comprado y vendido de manera libre,
como se compra o vende un auto. Eso no es
compatible con los objetivos del desarrollo
nacional. La educación es un bien público
que no puede ser objeto de transacciones.
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Nº1 2016 / P.P.