“En nuestros países, las universidades públicas
son las únicas instituciones que son
capaces de mantener programas de investigación consistentes. Hay universidades privadas
excelentes, como la Universidad Católica de Chile o la Católica de Río, pero son pocas.
Esas universidades generalmente son sin fines de lucro y poseen una estructura semejante
a las universidades públicas. Sin embargo, la misión de una universidad pública es siempre
promover la cultura, el conocimiento, el arte y la identidad cultural de un país”.
El año académico de la Universidad de
Chile fue inaugurado con una charla ma-
gistral de Marco Antonio Zago, Rector
de la Universidad de São Paulo. Esta ins-
titución adhirió en noviembre de 2014 a
la Declaración de Santiago, una instancia
promovida por nuestra Universidad para
fortalecer los lazos entre las universidades
públicas del continente. El Rector Zago
cree en esa cooperación y en el aporte de las
instituciones del Estado al desarrollo de los
países. Por eso defiende el aumento de la
matrícula pública para contrarrestar el sos-
tenido incremento de la oferta privada y se
opone tajantemente al lucro en educación.
“La Educación Superior en América Lati-
na, en particular en Sudamérica, ha crecido
mucho en las décadas recientes. En Brasil,
en los últimos 20 años, tuvimos un incre-
mento de casi 50 veces. Pero ese aumento
ha ocurrido principalmente por la expan-
sión de la educación privada con fines de
lucro. Hoy tenemos casi 75 por ciento de
los estudiantes en universidades privadas y
apenas un 25 por ciento en universidades
públicas”, dice Zago al comenzar este diá-
logo con
Palabra Pública
.
Pese a esa expansión, en muchos países
de Sudamérica el acceso a la Educación
Superior de calidad es elitista…
El ingreso es un tema crítico. En el caso
de Brasil, las universidades trabajan con un
número limitado de cupos en todas sus ca-
rreras. Por lo tanto, las universidades más
prestigiosas, como la Universidad de São
Paulo, tienen una cantidad de postulantes
diez veces mayor que las vacantes. Noso-
tros, por ejemplo, tenemos cerca de 130
mil postulantes para 11.500 vacantes. En
este contexto de gran competencia, los es-
tudiantes mejor preparados para las pruebas
de admisión tienen la mayor probabilidad
de entrar. Esos estudiantes provienen de la
mejor Enseñanza Media del estado de São
Paulo, que es privada, no pública. Esa es la
gran contradicción de la educación brasile-
ña: la educación pública es masiva, pero no
tiene buena calidad. Los colegios privados,
que cobran mucho, tienen una enseñanza
de excelente calidad. Sólo las familias muy
ricas educan a sus hijos ahí y luego entran a
la mejor Educación Superior.
Uno de los argumentos para ampliar
el acceso es permitir la proliferación de
universidades privadas, incluso con fines
de lucro. En el caso de Brasil, ¿la Educa-
ción Superior con fines de lucro ha dado
resultados académicos relevantes?
No. El gobierno federal creó un pro-
grama de apoyo para los estudiantes que
no logran entrar a las universidades públi-
cas y se van a las privadas. Es un sistema de
financiamiento público que ha permitido
sólo el crecimiento del sector privado.
El lucro está permitido en Brasil y se
supone que esas instituciones privadas
pagan un impuesto especial para apoyar
programas de educación…
Sí, el lucro en Educación Superior es
legal y son grandes empresas internaciona-
les las que crean universidades, como Lau-
reate. Pero no existe un impuesto especial.
Simplemente, hay un sistema de finan-
ciamiento para que los estudiantes pobres
puedan estudiar.
¿Cómo han llegado algunas universi-
dades brasileñas públicas a constituirse
en las mejores de América Latina, con-
siderando esa fuerte competencia con el
sector privado?
Hay que precisar que no todas las uni-
versidades públicas están en esa situación.
El sistema público brasileño es heterogé-
neo. Existen instituciones mantenidas por
el gobierno federal, que son llamadas uni-
versidades federales: Río de Janeiro, Minas
Gerais y otras 60 universidades. También
hay instituciones que no están vinculadas
al sistema federal, como la Universidad de
São Paulo, que es financiada por el gobier-
no del estado de São Paulo.
¿En qué porcentaje?
El 100 por ciento del presupuesto pro-
viene de los impuestos del estado de São
Paulo. Por ley, el 5 por ciento de los impues-
tos recaudados por el gobierno del estado de
São Paulo debe ir directamente a la Univer-
sidad de São Paulo. Entonces, el presupues-
to de la universidad depende de la cantidad
de impuestos recaudados. El gobernador del
estado no puede cambiar esta disposición,
independiente de su partido político. Esa
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P.P. / Nº1 2016