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136). Según ella, de hecho, los indígenas se reconocen entre ellos a pesar
de lo que algunos llamarían la "dilución de la sangre". Por otra parte nume-
rosos pueblos indígenas practicaban -entre otras cosas- la adopción, por
la cual se le atribuía a un extranjero un clan y una genealogía. Lo que hace
que una persona sea indígena es que participa en una red de relaciones de
ayuda mutua y de reciprocidad basado en las relaciones de parentesco.
2. La regulación jurídica de la identidad indígena
La discusión que precede subraya el carácter eminentemente fluido del
concepto de identidad indígena. En este contexto, uno se puede interro-
gar sobre la pertinencia de dar una definición jurídica de esta. En última
instancia, ¿la identidad étnica no es acaso una opción personal? ¿No exis-
te acaso un derecho fundamental para escoger la identidad étnica propia,
a no verse impuesta una identidad por el Estado? Por ejemplo, el Estado
canadiense no reglamenta la pertenencia a una religión y, cuando la reli-
gión de un individuo se vuelve jurídicamente pertinente, acepta habitual-
mente sin reservas la afirmacióndel individuo en cuestión
7
.De igualmodo,
los derechos lingüísticos en Canadá (salvo enmaterias de educación) es-
tán estructurados de tal forma que un individuo puede usar ya sea el fran-
cés o el inglés, independientemente de su lengua materna, su lengua de
uso o cualquier otramedida de su identidad lingüística
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. En derecho inter-
nacional se recomienda permitir a los individuos identificar ellosmismos el
grupo al cual pertenecen para fines de discriminación positiva
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.
¿Por qué tendría que ser distinto para los pueblos indígenas? ¿Con
qué derecho el Estado puede decidir quién es indígena y quién no lo es?
Los ejemplosmencionadosmás arriba tienen un punto en común: el reco-
nocimientode una identidad religiosa o lingüística particular no conlleva un
gasto importante de fondos públicos, la atribución de un recurso limitado
o la aplicación de una regla de derecho
específica.Alcontrario, cuando
hay recursos importantes en juego, el Estado no vacila en reglamentar la
identidad. Todos los Estados poseen leyes que rigen la ciudadanía y la