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cialistas en que los practicantes de la antropología en sus primeros años,

fueron juristas de formación (Mair, 1965; Rouland, 1988; Kuppe y Potz,

1995; Collier, 1995; Shott, 1995; Marzal, 1996; Krotz, 2002; Korsbaek,

2002 y 2004; Poole, 2006; Le Roy, 2007; Iturralde, 2008). Más atrás en

el tiempo, se ha reconocido como el primer precursor de la antropología

jurídica aCharles-Louis de Secondat, barón de laBrède et deMontesquieu

(1689-1755), jurista y filósofo, para quien la ley era uno de los compo-

nentes del sistema sociopolítico que estaba fuertemente vinculado a su

funcionamiento, y que era propia de cada sociedad, cada tiempo y cada

lugar, estableciendo así una estrecha relación entre ley y sociedad. No

estuvo de acuerdo, por tanto, con la posibilidad de transferir un derecho

de una sociedad a otra. Montesquieu, por su reconocimiento de la diver-

sidad del derecho, podría ser considerado como el primer antropólogo,

pero también como el primer

antropólogo legal

del período moderno

(Evans-Pritchard, 1987; Rouland, 1994).

A finales del sigloXVIII, como reacción al racionalismo ilustrado y el

clasicismo, nace en Inglaterra el Romanticismo, unmovimiento cultural

que se extiende aAlemania y Francia, y desde estos centros se propaga

por Europa. Con su elogio de la historia y la tradición, y la valoración de

lo diferente, de los sentimientos y de la cultura de cada pueblo, estemovi-

miento penetró en el Derecho, considerado entonces como parte de la

cultura y por tanto sometido a todas las fuerzas del cambio que intervie-

nen en la evolución cultural. Otra idea clave para el Romanticismo, el

espíritu del pueblo

, tendría también influencia en la construcción teórica

de los primeros antropólogos que asignaron valor a la alteridad, y en la

idea de cultura comomaterialización del espíritu de los pueblos. Se soste-

nía que como resultado de su propia historia, las comunidades se particu-

larizan por atributos propios. Estos dos aspectos de la escuela romántica

-la valoración de la historia y la existencia del

espíritu del pueblo

- se

incorporaron al campo de lo jurídico con la corriente del Historicismo

Jurídico, más comúnmente conocida con el nombre de Escuela Histórica