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daría indudablemente una mayor versatilidad a los atractivos turísticos de la Isla de Pascua

para el gran turismo, y mejoraría la competitividad de ella frente al gran flujo turístico que

se esparce con abundancia en otras islas del Pacífico.

Una esbelta y versátil red de veredas, sendas y caminos asfaltados, (en colores blanco, rojo

o verde), es imprescindible para acudir con tranquilidad y seguridad a todos los puntos de

interés turístico. El traslado en buses, automóviles, motos, triciclos y bicicletas debe ser

fácil, cómodo y sin riesgos.

Es conveniente incorporar el caballo, tan típico de la isla, en los medios habituales de

transporte turístico y en los deportes recreacionales ya seadirectamente o concalesas y carros

para personas de mayor edad, (paseos, caza, polo, carreras, etc.). La Isla Turística deberá

explotar también todas las expresiones folklóricas y culturales actuales de sus habitantes

especialmente en lo que se refiere a artesanía, costumbres, ceremonias, arquitectura,

escultura, diseño aldeano, construcción, pesca, música, bailes, tradiciones, etc.

La autoridad de esta Isla Turística, al igual que la de las otras islas, debe participar en

todas las decisiones con independencia e igual nivel. Su presencia debe ser permanente,

imaginativa, ágil y autocrítica.

En conjunto con las otras seis islas, debe tener una relación directa de carácter nacional e

internacional al más alto nivel de Gobierno, por lo menos durante el período de concreción

del Plan Director y el logro de las estructuras fundamentales.

3.- La Isla Territorial

La Isla Territorial, expresada como la implantación de un asentamiento humano presente,

debe contar con claros objetivos para su desarrollo económico, social, cultural y físico, en

una constante búsqueda de su bienestar, de su equilibrio, del respeto a sus valores culturales

y del encuentro de su nuevo destino.

Destacará en esta Isla la expresión de su ordenamiento territorial, el equilibrio de sus

relaciones urbano-rural, el logro de un lenguaje arquitectónico propio simple y auténtico y

la límpida comunión entre el hombre y la naturaleza, entre la comunidad y el paisaje, tanto

física como culturalmente.

Es fundamental para esta isla ir al fondo de sus “factores de implantación” como

asentamiento humano, revisar sus recursos naturales, analizar su rol, descubrir sus

actividades motrices con ventajas comparativas, etc., en la búsqueda de su justa estructura

territorial, distorsionada y destruida en los últimos dos siglos por una larga e infeliz historia

derivada de factores exógenos profundamente destructivos.

Es imprescindible encontrar el rumbo para conformar una comunidad equilibrada, con

actividad suficiente y estable, con expresión cultural diversificada a la altura de su historia,

con estructura social balanceada y con educación orientada a su propio quehacer y bienestar.

Todo ello sin paternalismo, sin sometimiento, sin complejos. Todo ello con entusiasmo, con

seguridad, con satisfacción y con orgullo de ser y de hacer.