15
daría indudablemente una mayor versatilidad a los atractivos turísticos de la Isla de Pascua
para el gran turismo, y mejoraría la competitividad de ella frente al gran flujo turístico que
se esparce con abundancia en otras islas del Pacífico.
Una esbelta y versátil red de veredas, sendas y caminos asfaltados, (en colores blanco, rojo
o verde), es imprescindible para acudir con tranquilidad y seguridad a todos los puntos de
interés turístico. El traslado en buses, automóviles, motos, triciclos y bicicletas debe ser
fácil, cómodo y sin riesgos.
Es conveniente incorporar el caballo, tan típico de la isla, en los medios habituales de
transporte turístico y en los deportes recreacionales ya seadirectamente o concalesas y carros
para personas de mayor edad, (paseos, caza, polo, carreras, etc.). La Isla Turística deberá
explotar también todas las expresiones folklóricas y culturales actuales de sus habitantes
especialmente en lo que se refiere a artesanía, costumbres, ceremonias, arquitectura,
escultura, diseño aldeano, construcción, pesca, música, bailes, tradiciones, etc.
La autoridad de esta Isla Turística, al igual que la de las otras islas, debe participar en
todas las decisiones con independencia e igual nivel. Su presencia debe ser permanente,
imaginativa, ágil y autocrítica.
En conjunto con las otras seis islas, debe tener una relación directa de carácter nacional e
internacional al más alto nivel de Gobierno, por lo menos durante el período de concreción
del Plan Director y el logro de las estructuras fundamentales.
3.- La Isla Territorial
La Isla Territorial, expresada como la implantación de un asentamiento humano presente,
debe contar con claros objetivos para su desarrollo económico, social, cultural y físico, en
una constante búsqueda de su bienestar, de su equilibrio, del respeto a sus valores culturales
y del encuentro de su nuevo destino.
Destacará en esta Isla la expresión de su ordenamiento territorial, el equilibrio de sus
relaciones urbano-rural, el logro de un lenguaje arquitectónico propio simple y auténtico y
la límpida comunión entre el hombre y la naturaleza, entre la comunidad y el paisaje, tanto
física como culturalmente.
Es fundamental para esta isla ir al fondo de sus “factores de implantación” como
asentamiento humano, revisar sus recursos naturales, analizar su rol, descubrir sus
actividades motrices con ventajas comparativas, etc., en la búsqueda de su justa estructura
territorial, distorsionada y destruida en los últimos dos siglos por una larga e infeliz historia
derivada de factores exógenos profundamente destructivos.
Es imprescindible encontrar el rumbo para conformar una comunidad equilibrada, con
actividad suficiente y estable, con expresión cultural diversificada a la altura de su historia,
con estructura social balanceada y con educación orientada a su propio quehacer y bienestar.
Todo ello sin paternalismo, sin sometimiento, sin complejos. Todo ello con entusiasmo, con
seguridad, con satisfacción y con orgullo de ser y de hacer.