107
rácter estético, con las que los sujetos en su vida comunitaria se fortalecen, co-construyendo una pertenencia
grupal a través de aprendizajes significativos.
Observamos en los distintos territorios la construcción de nuevas formas de vinculación social a través del arte.
Nos interesa particularmente fortalecer el papel de las organizaciones de la sociedad civil en el desarrollo de las
políticas públicas para la infancia y su relación con otras instancias estatales y/o privadas con las que operativa-
mente debieran consensuar, más que disputar. Idea en la que profundizaremos en el siguiente apartado.
La inclusión de actividades artísticas dentro de la oferta posible de acciones comunitarias se abre en función de
que el Estado, y aún las ONG, que inicialmente han tenido una fuerte presencia en relación a la cobertura de ne-
cesidades básicas, apuntan actualmente a promover el desarrollo integral de las personas, en la búsqueda de una
inclusión social favorecedora. En este sentido, partimos de considerar que el poder de convocatoria que tiene el
arte como lenguaje universal abre canales de expresión y participación para niños/as y jóvenes, que era el grupo
al que inicialmente apuntábamos.
En los talleres propuestos apuntamos a la incorporación de un particular lenguaje como forma de vinculación, de
expresión y de comunicación. Es también una fuente de identificación con la comunidad, de reconocimiento intra
e intergrupal y constituye una posibilidad de volver a escribir el mundo, buscando en el entorno natural y cultural
la organización temporal del sonido, los estilos, los ritmos. La utilización en forma creativa, personal y grupal de
los instrumentos, del código musical y corporal, se constituyó en un facilitador de la integración social. Hacer mú-
sica y danza con otros y para otros permitió integrar los contextos histórico-sociales y familiares de procedencia
haciendo visible la riqueza popular del folklore latino americano.
Es sabido que el desarrollo artístico constituye un proceso complejo, y que en situaciones de vulnerabilidad so-
cial - como es el contexto del Barrio Carlos Mugica, Ex Villa 31 -, éstas áreas de la formación integral suelen ser
postergadas. Seguramente, algunas perspectivas entienden que no hacen a la satisfacción de las necesidades
básicas; otras, que son un “lujo” accesible a niños de otros sectores, con disponibilidad de recursos económicos
para acceder a diversidad de propuestas. Muchas veces, hasta los proyectos educativos lo plantean como “re-
parador”, como estrategia complementaria y hasta compensadora de la desigualdad de oportunidades. Sin em-
bargo, desde nuestra óptica, son actividades fundamentalmente integradoras, tanto desde lo individual, ya que
los actores a través del arte reúnen diversos elementos de su experiencia para resignificar el todo, como desde
lo social, porque a través de ellas se manifiestan y descubren las mutuas posibilidades que resultarán inclusivas
en los grupos heterogéneos que deseen actuar. De allí que en el proceso de seleccionar actividades, apostamos
fuertemente a la interacción social, fortaleciendo la dinámica del trabajo en talleres para favorecer la generación
de nuevos códigos, el desarrollo creativo, el intercambio solidario, una identidad recreada.
Consideramos también que hay un potencial transformador en el ejercicio de prácticas grupales, coordinadas,
sistematizadas, que apuntan a objetivos específicos como favorecer los hábitos sociales de convivencia adecua-
dos, controlar las conductas egoístas y las reacciones impulsivas o violentas, practicar la comprensión, la tole-
rancia, el respeto y la valoración del otro, todo lo cual puede ser trabajado (y es conveniente que así sea) desde
edades tempranas.
La experiencia de trabajo en el territorio nos ha permitido observar que a través del arte puede propenderse a la
instalación de formas de vinculación social no violentas y que estas mismas mantienen su carácter inclusivo ba-
sado en un criterio de trabajo colectivo y solidario. Se han desarrollado siguiendo diferentes formatos plásticos-
visuales (dibujo, pintura, escultura, grafitis, murales), música, danza, fotografía y radio, a través de las cuales, son
los niños, niñas y adolescentes, quienes recrearon sus modos de ver, de concebir, de vivir y compartir el mundo
que desean y el que los rodea.
Fue objetivo del proyecto también, la difusión de los resultados de la creación colectiva, en donde el lenguaje
artístico convocara el encuentro con los otros. Con la propuesta de mostrar y difundir las producciones artísticas
consideramos que estamos favoreciendo, en primer lugar, otra representación social de quienes viven en espa-
cios vulnerables, no construida sobre estereotipos sociales, sino apoyada en otros puntos de vista que priorizan
las capacidades de todo ser humano, como así también la necesidad de estímulos tempranos, variados y alterna-
tivos; y, en segundo lugar, encarnamos la responsabilidad política-social de implementar formas superadoras de
la marginalidad y de la exclusión.