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ninguno de los acusados pudo haber conocido el principio que supuestamente habían violado
al momento de cometer los delitos. El Dr. Robert Servatius, abogado de Sauckel sostuvo, por
ejemplo, que gran parte de la Convención de La Haya, que norma la guerra terrestre, es
esotérica. Por otra parte, algunos de los crímenes de guerra por los cuales los acusados fueron
procesados, tales como la prohibición de deportar o someter a personas a trabajos forzados, no
están explícitamente prohibidos en la Convención de La Haya. El Dr. Otto Kranzbuehler,
abogado de Doenitz, objetó el artículo 8 de la Carta, que establece que la obediencia a las
órdenes de un superior debe considerarse como una circunstancia atenuante solamente, pero
no como una defensa frente a los cargos. Kranzbuehler argumentó que si el acusado no sabía,
o no tenía forma de saber que la orden era ilícita, no tenía por qué asumir responsabilidad
alguna. Göring, durante su declaración, reconoció la mayoría de las atrocidades, pero las
justificó dentro del contexto más amplio de la ideología nazi.
El tribunal dictó su sentencia el 30 de septiembre de 1946
10
. Tras delinear el contexto
histórico y procesal del juicio de Nuremberg, el tribunal abordó los aspectos legales, haciendo
hincapié en la importancia de las convenciones internacionales. Sustentándose en tratados
anteriores a la Segunda Guerra Mundial que condenaban la guerra ofensiva, el tribunal
rechazó el cargo de que estaba aplicando leyes penales
ex post facto
. Además, el tribunal
definió los crímenes por los que debían responder los acusados en forma individual, limitando
el cargo de conspiración a crímenes contra la paz, acotándolos más aún para incluir sólo los
actos cercanos al objeto de la conspiración. El tribunal también restringió la interpretación de
preguerra de “crímenes contra la humanidad” a aquellos relacionados con el desarrollo de una
guerra ofensiva. Como consecuencia, el tribunal dictaminó que era incompetente para juzgar
las atrocidades cometidas en Alemania con anterioridad a la invasión de Polonia en 1939. La
sentencia luego identificó a las organizaciones que consideraba criminales, principalmente
para efectos del castigo posterior
11
.
Las sentencias de los acusados fueron anunciadas el 1 de octubre de 1946. A Goering
se le halló culpable de los cuatro cargos que enfrentaba y fue condenado a morir en la horca.
A Hess se le declaró mentalmente competente y fue sentenciado a cadena perpetua.
Ribbentrop, Keitel, Kaltenbrunner, Rosenberg, Frank, Frick, Streicher, Jodl, Seyss-Inquart,
Sauckel y Bormann también fueron condenados a la horca. Funk, Doenitz, Raeder, Speer,
Neurath y Schirach recibieron diversas sentencias de presidio. Von Papen, Schacht y
Fritzsche fueron absueltos, con el voto disidente del juez soviético. Los acusados apelaron
algunas sentencias ante el Consejo de Control Aliado, impugnando específicamente el medio
por el cual se llevaría a cabo la sentencia de muerte. Las apelaciones fueron rechazadas el 11
de octubre de 1946. La ejecución en la horca de los sentenciados a la pena capital se concretó
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La sentencia analizó primero la Carta de Londres, el auto de procesamiento, los procesos y la evidencia.
Continuó con la historia del surgimiento del Partido Nazi y una relación de las atrocidades cometidas por la
Alemania nazi de la preguerra contra distintos grupos, mayoritariamente los judíos. Luego, se refirió a los
crímenes que el régimen nazi había cometido al planificar y librar una guerra de agresión. Por último, el tribunal
describió las circunstancias del ataque contra cada país y las respectivas invasiones, describiendo las atrocidades
cometidas en el curso de cada invasión. Taylor,
Nuremberg Trials
, 574-87.
11
Entre las organizaciones consideradas criminales estaban las Tropas de Elite (
Leadership Corps
); la Gestapo;
la agencia de inteligencia y operaciones clandestinas SD (Sicherheitsdienst), y la SS (Schutzstaffel), la
organización policial, de inteligencia y seguridad del Partido Nazi. La SA (Sturmabteilung), una fuerza
paramilitar conocida comúnmente como “tropas de asalto” o “Camisas Pardas”, sin embargo, no fue declarada
criminal, como tampoco lo fueron el Gabinete del Reich, el Comando General y el Alto Comando.