Walter Sdnchez
G. /
LAS TENDENCIAS SOBRESALIENTES DE LA PüLITICA EXTERIOR•••
vió a aparecer a través de di¡yersas expresiones de antiimperialismo,
panamericanismo, multilateralismo, interamericanismo, latinoamerica–
nismo, integración y tercermundismo que han sido variaciones de
tonos pa:ra una misma melodía política.
El Americanismo como actitud intermitente en gIObiernos de dis–
'\ tintas orientaciones, ha servido en buena medid.¡a¡ al resguardo del in–
,terés nacional. En coyunturasespedficas y ruando las olas
de
los
imperialismos han puesto en jaque la posibilidad de ITIJamobra y de
autonomía nadonal, el escudo del ameriamismo ha resguardado el
interés de Chile
y
lo
ha
orientado por
La!
senda de la solidaridad re–
gional. lS,in duda que todavía existe una llama encendida· que nos
guía haCÍla América. Los encargados de mantener rvivo ese ideal son
los estadistas
y
también los Ihombl'es de letras, artistas e intelectuales,
para los cuales el saber no tiene patria
y
la
ciencia es una labor que
cruza las frontems de la
.ra1)a~,
el
sexo, la religión, la ideología o la geo–
grafía. Ellos, junto a las fuerzas sociales vivas, son el sustento de una
vocación Americanista.
Esta idea del Americanismo por cierto que conlleva la de la Í'Ilte–
gración. Al respecto, según el Profesor Raimundo Barros, la "creen–
cia Bello" en la Integración de Hispanoamérica, CO'Il!tiene Jos siguien–
tes elementos: "respeto irrestricto a la soberanía nacional; énfasis en
el comercio como imltrumento integmdor: búsqueda
de
una recipro-
• cidad efectiva en los aompromisos pactados; recelo a la transferencia
de soberanías; respeto al principio de la no-intervención; cláusula
de pI'ÍlVilegios no-extensivos que opera sólo en favor exclusivo de las
( naciones hispanoamericanas al pactar con países ajenos a la región;
y política ex;terna aomún". Según el mencionado autor, "Bello creía
en una especie de :h.ispano,americanismo 'natura!', casi impuesto por
un determinismo histórico'''.
Esta creencia en los beneficios de una integración latinoamericana
forjada en el siglo
XIX~
va p!l'asm4ndose
paulatinamente en el com–
portamiento in ternacional de IChile dUlfanlte el siglJo
xx~
y
en particu–
Lar en las dos últimas décadas, cuando administraciones tan distintas
como las de los presidootes Eduardo Frei
y
Salvador IAllende, se ca–
racterizaron 'por una fU(erte orientación integracionista, ya sea en
los
hedho~
o en las dedar,aciones.
Esta!
creencia Bello, se expresó en
la famosa 'cláusula Bello' en virtud de la cual Jos !Estados hispano-
• americanos
al
pactar
uniLaJ~eralmente
pdvileg.ios con países fuera de
la región
'DIO
les extendían los beneficios ¡que se reservan entre países
ILatinoanlericanos.
Otra manifestación de este "hispanoamericanismo natural", dentro
