CIENTOCINCUENTA AÑOS DE POLÍTICA EXTERIOR CHILENA
t.radicen, otras veces, se complementan entre sí ouandO' el naciO'oolis–
mo universalista es acompañado de un espíritu solidariO' e integradO'–
nista. En mO'mentos de transición, el orden se sobrevalO'ríza, y en co–
yUllitur.as de crisis, la libertad se practica al margen del O'rden. En
ambos casos, la eficiencia y la legitimidad de la pO'lítica exteriJOT son
difíciles de armonizar.
!El arte del estadista y de la diplomacia cO'nsistirá preciSlamente en
coordina·r y cana,lizar estas fuerzas latentes para la consolidación del
proyecto nacional e internaciO'nal. El proyecto es viable si es legitimo
y 10gra resgmndar el interés -naciO'nal mediante acomodaciones su–
cesivas al medio ambiente externo, por medio de la unidad nacional
y la coordinación de intereses .con otros países. SólO' mediante la de–
fensa y la caulteba;del interés nacional en medio de una competencia
por el poder entre las naciO'nes, el país puede ev1tar: el aislamientol,
el enfrentamiento O' la satelización
de
la. nación en un esquema rígido
de esferas de influencia. La legitimidad y eficiencia del proyectO' en
definitiva descansa en el apoyo pO'pular y en el grado de consenso
nacional. Sería iluso pensar que todoJ el queihacer internacional de
Chile ha sidO' como una 'cop1a feliz del edén'. Han existidO' problemas
de crisis de Jeg;itimidad cuandO'
una:
minoría ha decididO' por
la
ma–
yoría en prO'blemas internos y externos O' errores de eficiencia por
falta de preparación, impro.viSiaciones y escasez de imaginación como
han sostenidO' numerosO's críticos de la diplomacia; del !Mapocho.
Sin embargo, a través de
150
añm¡ de relaciO'nes internaciO'na
1
es,
el úniw nO'rte de nuestllal diplomacia, más allá de acomO'daciO'nes
es–
trictamente nel:esarias, ha sido nO' negociar lO' que se ha oonsiderado
aquel mínimo
irredUlct~h1e
cual es la defensa y cO'nsolidación del
interés nacional chileno!. Para la O'btención de estJal meta fiool, siempre
se ha procuradO'
el
respaldo popular y el respetO' por las naciones
amigas.
La razón de fO'ndo qrue explica el porqué de }¡as diferentes ten–
dencias, descansa en el Ihecho de que toda política exterior pasa pri–
merO' y es reflejo de un 1O!r<1en económico pO'lítico
y
social interno. La
pO'lítica exteriO'r no es el producto del arte de negociar solamente,
sino tiambién es el reflejo de la
'Vida
interna de un país. Así pues, la
modernización de Chile, desde la épO'ca wlonial, ha sidO' acompa–
ñada de una estabilidad social
y
política desconocida en nuestro con–
tinente. A pesar de ello,
el
proceso de modernimdón económica
y
social conllevó una serie de reformas
y
contrarreformas políticas pro–
ducto de la progresiva mO'vilización social dura-IlIte el siglo
XlIX
y la
hipermO'vilización a la cual se viO' enfrentado el pa,ís en lO's últimos
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