"Thai the weaker and disorganized nations must be absorbed by
strong and organized naUon. Nationalities of inferior grade must
surrender to those of superior civilization and polity."
18
En el Senado, Gerrit Smith, de Nueva York, había advertido con–
tra los prejuicios raciales
y
las políticas imperiales que ahogan la li_
bertad de los ciudadanos
y
de las naciones que sufren la expansión de
la Metrópolis:
"That we are a naUon for liberty is among our wildest conceits.
We are not a nation for llberty.
1
refer not now,
1854
to the
terrible blot of slavery upon our country.
1
refer to our pi:ide. No proundman ls for liberty...
The liberty, for which a proudman contends, is a spurious liber–
ty; and such is the liberty, for which a proud nation contends.
It
is tyranny; for it invades and strikes down equal ríghts. But
erue, liberey acknowledges and defends the equal rights of all
men, and aH nations." 19
Los propagandistas del Destino Manifiesto, no lograron quebrar
la mano de los estadistas, pero tampoco los que se oponían a la ex–
pansión tuvieron tanta influencia como para evitarla. Como conse–
cuencia de esta mezcla de aislacionismo e intervencionismo, la Doc–
t.rina Monroe, continuaba sirviendo de ideología para ser usada como
escudo
y
lanza, con fines expansionistas, por las distintas administra.
ciones Demócratas
y
Republicanas.
La creciente exportación de manufacturas
y
las presiones de los
"trusts"
y
monopolios comienzan a modificar el credo tradicional de
los hombres de negocios. Antes, éstos se oponían a las expansiones;
ahora, comienzan a percibir beneficios de la captura de mercados en
ultramar. La búsqueda de puertos en el Asia
y
en el Pacífico dejan
de ser una aspiración del gran estratega Mah'an
y
se transforman en
plataformas para la expansión del capitalismo industrial
y
comercial.
No se trata de un regreso al antiguo colonialismo .sino de un idealis–
mo imperial i. ,e., de un auténtico imperialismo liberal
y
del libre
comercio, semejante al que proponía Gladstone en Londres.
20
18 Ibíd., incluye texto en p.
320.
19Ibíd., texto de Smith en p.
266.
Sobre el problema de Democracia
y Política Exterior, ver las opiniones de James Bryce, Walter: Lipmann
y Hans J. Morgenthau en Robert A. Goldwin ":""et al- Reading in Ame';'
rican Foreign Policy (New York,
1959),
pp.
8-18, 19, 36-55.
.20
Foster Rhea Dulles, America's Rise to World Power
1898-1954
(New
York and London,
1963),
p.
35.
También ver: Alfred Thayer Mahan, The
Interest of America in International· Conditions (Boston,
1910).
Según
Rhea, un díscipulo de Mahan y colaborador de Lodge, fue el futuro Pre–
sidente Theodore Roosevelt. Para ver el papel de su administración én
la política exterior de Estados Unidos, ver:· Howard Beale, Theooore
Roosevelt and the Rise of America to World Power (Baltimore,
1956).
Para conocer la oposición al imperialismo en Estados Unidos a fines de
