DISCURSO
DEL RECTOR
AGUSTÍN
TORO
DÁvlLA
desarrolfos siinilares. Si consideramos, por ejemplo, el valor de las
expresiones religiosas de Oriente. tales como el budismo, el confu–
cionismo, el taoísmo, etc., se observa que ellas tienen en común con
las manifestaciones religiosas occidentales, como
el
cristianismo
y
sus diferentes formas, su decidida aspiración por lograr en el
mun~
do la creación de una vida pacifista y exenta de violencia. Dentro
de este abanico de culturas, artes, tradiciones, lenguas, razas
y
re–
ligiones aflora un sentimiento común en el que subyace un afán
de unidad última en el cual se observan los acordes de la paz, la
autonomía y la cooperación internacional con todos sus congéneres.
Evoca mi memoria las pa'labras que formula Hesse en su prólo–
go a Démián, que a mi juicio, son aplicables al destino e historia
de nuestras comunidades. En efecto, para contar la historia de nues–
tros pueblos hay que empezar de muy atrás y en lo posible debe–
ríamos retroceder aún mucho más hasta 10s primeros años de nues–
tros orígenes y reconocer que la historia de nuestros pueblos es más
importante que
cualquiera
otra historia porque
es
la nuestra,
es
la
única
que tenemos. Y en la medida que se acepte y comprendamos
que hay en la vida de cada comunidad el punto único, particula–
rísimo, importante siempre y singular, en el que se cruzan
~os
fe–
nómenos del mundo,
sólo una vez
DE
aquel modo
'1
nunca más, as!
seremos capaces de crecer lo suficiente para reconocer .también en
los otros pueblos su valor único y singular y a partir de esa cons–
tatación será posible aunarnos en un trabajo común, fructífero
y
solidario que fije las bases de todos los" sistemas de participación
)' de cooperación internacionales.
Esta es la responsabilidad que 'tiene la cultura en la movilizá.
ción de todos los ámbitos internacionales. Esta es la vocación de
nuestras universidades para hacer posible lo que es previo
y
ante–
rior a toda acción común. Este seminario demuestra que se camina
en esa dirección y serán ustedes los distinguidos participantes de él
los que buscarán las mejores fórmulas para alcanzar estos objetivos.
La ruta es larga,"), el tiempo es
COrlO,
vuestra compañía
y
par–
ticipación en estos ideales comunes hará
'la
tarea
más
fácil
y
el
tra–
bajo
más
fructífero. Nuestro anhelo
~e
ahora y del futuro es com–
prometernos en estos grandes desarrollos de un porvenir "que nos
pertenece.
21
