LA CoMUNIi>A.J) DEL PACÍFlOO EN PEP.sPEcrlVA /
F. Orrega
ViCU1ia
más madura y reaE5ta, que será el fruto de la síntesis de las nuevas
previsiones que existen entre Oriente y Occidente.
Es l)ien sabido que para muchos observadores y eminentes histo
riadores -como es el caso de Arnold Toynbee- ha llegado la "era
del Pacífico", cuyos focos de irradiación propia
transformarán
la
distribución de las fuerzas y el equilibrio mundial, al punto que se
piensa que en el siglo que se avecina aquí se centrará el mayor es–
fuerzO' de desarrO'llo. Sin ánimo de agotar la descripción de lo que
será la vivencia del futuro sobre es.ta materia es evidente que, cual–
quiera sea la denominación, el hechO' de fondo es que se avecina en
el Pacífico un nuevo estadio para la comprensión mundial de los
pueblos, los que en su despertar buscarán una
vez
más la senda
de la independencia en contra de la innecesaria sumisión y la de
la civilización en contra de la barbarie de cualquier suerte que
ella sea. Para ellO' desaparecerán las barrerras geográficas que ahoga–
ban
en germen
lO's anhelos de intercambio e independencia y las
comunicaciones serán intensas aprovechando ahora
el
gran océanO'
como factO'r de cO'nexión y no de separación como ha ocurrido en
el pasado. En la era de la revolución del conocimiento, de la pre–
eminencia científica y del perfeccionamiento humano, los espacios
estimados infinitos en otras épocas se reducen cada vez más y las
culturas muestran una proximidad que las acerca en forma increí–
ble. El océano que ayer nos &eparó hO'y nos aproxima. En esta pers–
pectiva no se puede negar que esta isla en la que hoy nos encon–
tramos es una estación aérea y marítima, por lO' que tendrá un rol
importante en el futuro como centro de intercomunicación, a la vez
de que ofrecerá en forma inagotable los misterios y las sugerencias
de un pasado siempre incitante para el hombre que trata de descu–
brir las raíces y los orígenes de sus ancestros.
A la luz de estas reflexiones nos asiste la certeza de que el ciclo
de intercambio de tipo horizontal que hoy se inicia en esta isla chi–
lena tendrá un gran auge para las ideas que están en juego. Es con–
veniente destacar principalmente la participación de los países que
por su tamañO' y pO'sición tienen cierta homogeneidad entre sí, la
que será ventajosa para la comprensión de los prO'blemas recíprocos
que los afecten y la ayuda y cooperación mutua que puedan ofrecer–
se. NO' puede desconocerse que durante siglos el intercambio y la
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