EXPEDICIN DEL
JENERAL FLORES
555
atrs,
i
ahora
mas
ntimamente
que
nunca
por
el decreto de
proscripcin
que
los ha
lanzado
a un
tiempo
ele los
pases
que
por
tantos aos
han mantenido
en
constante
alarma
con
sus
ambiciosos
proyectos,
i
a
cuya
dominacin
no
hai
desengao
cjue
les
haga
renunciar
jamas.
Una
cosa
es
segura:
la
participiacion
del
gobierno
espaol,
que,
si
no
ha
proporcionado
auxilios
pecuniarios,
ha
concedido
jioco
menos que
una
formal
i
descubierta
proteccin
a
la
em
presa, pues ha
dejado
que
se
forme
i
se
organice
a su
vista.
Si ella
se
dirije
al
Pacfico,
si
tiene,
como
se
asegura,
por ni
co
objeto
reinstalar
a
Flores
i
a
Santa
Cruz
en
el
puesto
su-
premo
de que la voluntad de
los
piueblos
los ha
derrocado,
podremos
dejar
de
mirar
esta
conducta
como
una
intervencin
injustificable,
como
un
acto
de hostilidad?
I
a
vista
de
semejante
jirovocacion,
eju
menos
podramos
hacer,
que
suspender
nuestras
relaciones de
amistad
i
comercio
con
la
Espaa,
ce
rrando
nuestros
puertos
a
su
bandera,
desde el
momento
que
sepamos
con
certidumbre
que la
expiedicion
se
dirije
efectiva
mente
a
estos mares?
Si
nuestro
gobierno
vacilase
en
acordar
esta
medida
con
las
otras
repblicas
del
Pacfico,
la
opinin
jiblica
ele
los chilenos le
acusara
de
una
culpiable
indolencia.
Aunque
la
tempestad
no
amague
directamente
a
Chile,
olvi
daramos
aejuel
princijiio
tantas
veces
jiroclamalo,
que
la
causa
de
la
independencia
nacional
es
solidaria
piara
todas
las
nuevas
repblicas? Olvidaramos,
sobre
todo,
que las
del
Pacfico
son
llamadas
a
una
estrecha unin
entre
s,
formando
un
cuerjio
ele
que
no
puede
tocarse
una
parte
sin
que
se
resientan
las
otras?
I
no
es
nuestro
gobierno
el cjue,
ajinas
consolidado,
consider
esta
comunidad
de
intereses
entre
ellas,
esta
natural
simpata,
como
una
de las
bases
de
su
poltica?
Ya
que
por
la
distancia
es
imposible
que
concurran
oportunamente
a
este
entredicho del
comercio
espaol
todos los
nuevos
estados
americanos,
toca
a
las
repiblicas
del
Pacfico
pronunciarlo
de
comn
acuerdo;
i si
se
hiciese
desde
luego
la
intimacin,
i
ella
pudiese
ser
oda
en
Es-
p)aa
antes
de la salida
del
armamento,
esto
solo
pudiera
cruzarlo,
i
ac-aso
frustrarlo,
cuando
no
inspirando
consejos
as
cuerdos
al
gabinete
de
Isabel
II,
a
lo
menos
concitndole
1...,555,556,557,558,559,560,561,562,563,564 566,567,568,569,570,571,572,573,574,575,...637