EL tratamiento de la violencia de género en la organización de Naciones Unidas - page 55

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que pasan a ser interesados en el enfoque de la violencia contra la mujer
comopartede la construccióndel respetopor todos losderechoshumanos.
41.
El reconocimiento de que la violencia contra la mujer es una cuestión de
derechos humanos también ha permitido que el discurso y la práctica
en materia de derechos humanos se vuelvan más inclusivos, al abarcar
las experiencias de las mujeres. Cuando las experiencias particulares de
las mujeres permanecen invisibles, no contribuyen a la comprensión de
las violaciones de los derechos humanos y las formas de corregirlas. Por
consiguiente, paraque lasnormasdederechoshumanosseanplenamente
universales, deben tener en cuenta las circunstancias particulares de las
mujeres. Un régimen de derechos humanos integrado e inclusivo debe
tener en cuenta no sólo las perspectivas de género, sino también la gran
diversidad de factores que conforman y fortalecen las experiencias de
las mujeres, y de los hombres, en materia de discriminación y violencia,
en particular en materia de raza, origen étnico, clase, edad, orientación
sexual, discapacidad, nacionalidad, religión y cultura”
81
.
En cuanto al patriarcado como fuente de la violencia contra las mujeres:
“69.
La violencia contra la mujer es a la vez universal y particular. Es universal,
pues no hay ninguna región del mundo, ningún país y ninguna cultura
en que se haya logrado que las mujeres estén libres de violencia. La
ubicuidad de la violencia contra la mujer, que trasciende las fronteras de
las naciones, las culturas, las razas, las clases y las religiones, indica que
sus raíces se encuentran en el patriarcado – la dominación sistémica de
las mujeres por los hombres. Las numerosas formas y manifestaciones
de la violencia y las diferentes experiencias de violencia sufridas por las
mujeres apuntan a la intersección entre la subordinación basada en el
género y otras formas de subordinación experimentadas por las mujeres
en contextos específicos.
70.
Históricamente, los roles de género –los roles socialmente construidos
de las mujeres y los hombres– han estado ordenados jerárquicamente,
de tal modo que los hombres ejercen poder y control sobre las mujeres.
La dominación masculina y la subordinación femenina tienen bases
ideológicas y materiales. El patriarcado se ha abroquelado en normas
sociales y culturales, y se encuentra institucionalizado en el derecho
y en las estructuras políticas, e incrustado en las economías locales y
mundiales. También se ha arraigado en las ideologías formales y en el
discurso público. El patriarcado limita las opciones de las mujeres pero
81 Ibídem, párrafos 39-41.
1...,45,46,47,48,49,50,51,52,53,54 56,57,58,59,60,61,62,63,64,65,...223
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