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Cap´ıtulo 3. Consumo
Cuadro 3.1: Propensi´on marginal a consumir
§
Argentina
Brasil
Chile
M´exico
c
0,70
0,53
0,67
0,69
*Se utiliz´o PNB real, y para M´exico se utiliz´o PIB real.
con una l´ınea punteada el consumo estimado con las regresiones. A pesar de su
simpleza, estas estimaciones parecen ser relativamente buenas y son capaces
de seguir adecuadamente la trayectoria del consumo. Esta ecuaci´on replica
bastante bien las tendencias de mediano plazo del consumo. Sin embargo,
tiene serios problemas para predecir per´ıodos m´as cortos.
Por ejemplo, en la estimaci´on para el consumo de Argentina se puede ver
que entre el segundo y el cuarto trimestre del 2002, justamente despu´es del
colapso de la convertibilidad, las estimaciones entregaban un consumo de 7 a
10 por ciento por encima del efectivo, lo que puede llegar a representar un error
sustancial de 5 a 7 por ciento del PI
B
5
.
En el caso de Brasil, durante todo el
a˜no 1999, antes de su crisis cambiaria, el consumo estimado estuvo 3% debajo
del consumo efectivo. El caso de M´exico tambi´en es interesante, pues antes de
la “crisis del tequila”, de fines de 1994, el consumo efectivo oscil´o sistem´atica-
mente entre 3 y 8 por ciento por encima del consumo estimado. Alguien podr´ıa
argumentar que la funci´on keynesiana no capturaba adecuadamente las per-
cepciones futuras, o que este mismo consumo an´omalo podr´ıa haber sido una
se˜nal de problemas. En el caso de Chile, las diferencias son menores, pero en
algunos momentos especiales tambi´en es posible contar historias de diferencias
importantes.
En las figuras se observan algunos aspectos que requieren una explicaci´on
te´orica. En primer lugar, hacia el final de la muestra se observa claramente que
en Chile, algo en Brasil y en M´exico el consumo es m´as “suave” que el estimado
con la funci´on keynesiana, que solo depende del ingreso. Es decir, el consumo
fluct´ua menos que el ingreso. Esto puede explicarse con las teor´ıas que se
discuten m´as adelante, no con la formulaci´on simple recientemente analizada.
Por ´ultimo, tambi´en se observa —aunque no n´ıtidamente— que podr´ıa
haber asimetr´ıas en las respuestas del consumo al ingreso (que se mueve en
paralelo al consumo estimado). En Argentina, en la ca´ıda de 2002, el consumo
cay´o m´as que el ingreso, pero en la recuperaci´on no ocurri´o lo opuesto. En
Chile, a finales de la d´ecada de 1990, el consumo cay´o a un nivel similar
que el ingreso, y su recuperaci´on fue m´as suave. En M´exico, a mediados de la
d´ecada de 1990, el consumo efectivo cay´o m´as que el ingreso, pero no ocurri´o lo
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M´as a´un, estas proyecciones usan el producto efectivo, pero si se subestima la ca´ıda, presumi-
blemente tambi´en se hubiera subestimado la ca´ıda del PIB, lo que habr´ıa deteriorado a´un m´as la
predicci´on.
De Gregorio - Macroeconomía
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