20.3. Din´amica del tipo de cambio y el
overshooting
de Dornbusch
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Figura 20.9: Equilibrio de tasas, tipo de cambio y producto.
ble que los mercados financieros, incluido el cambiario, se ajusten instant´anea-
mente a su equilibrio. Sin embargo, este no tiene por qu´e ser el equilibrio de
largo plazo. De hecho el supuesto
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no es solo un supuesto de perfecta
movilidad de capitales, sino que el tipo de cambio se ajusta sin retrasos a su
equilibrio de largo plazo. Algo que, sin duda, no ocurre en la realidad.
En el mundo real, se observan grandes fluctuaciones del tipo de cambio,
as´ı como persistentes diferenciales de tasas de inter´es de corto plazo, incluso
en pa´ıses entre los cuales hay una elevada movilidad de capitales y mercados
financieros muy profundos. Por ejemplo, en la figura
se presentan las
tasas de inter´es LIBOR para noventa d´ıas en euros, d´olares y libras esterlinas.
En la figura se ve que siempre ha habido diferencias, y que ellas cambian en
el tiempo. Esto indica que se esperan movimientos en los tipos de cambio y
tanto la magnitud como la direcci´on de estos movimientos tienen significati-
vas fluctuaciones. Por ejemplo, a principios de 2002 la tasa d´olar alcanz´o su
m´ınimo, permitiendo concluir que el mercado esperaba que en un lapso de tres
meses el d´olar se apreciara respecto de la libra y del euro. Eso efectivamente
ocurri´o, pues en dichos meses el d´olar alcanz´o su m´aximo. Las tasas en d´ola-
res subieron y se encontraban al nivel de la libra a principios de 2006, y por
encima de la tasa de euro. Esto sugerir´ıa que la expectativa de mercado era
que el d´olar se depreciar´ıa respecto del euro. La tasa respecto del yen no se
muestra, pues durante todo este per´ıodo ha estado en torno a 0. Esto reflejar´ıa
una expectativa, bastante persistente, de apreciaci´on del yen.
El hecho de que el tipo de cambio no se ajuste de inmediato a su valor de
1...,566,567,568,569,570,571,572,573,574,575 577,578,579,580,581,582,583,584,585,586,...781