INTRODUCCIN
XI
la
Santa
Alianza,
i
creer
llegado
el
casus
fcederis
en
la
insurreccin
que ha
depuesto
a
Carlos X?
Para
respon
der
a
esta
pregunta,
no
tanto
debemos
atender
a
la letra
de
los
tratados,
como
a
las intenciones
con
que
se
fragua
ron,
i
sobre todo al
inferes
mas
o
menos
grande
que
estas
cuatro
potencias
puedan
tener
en su
ejecucin.
De todas
ellas,
la
opresora
de
Italia
es
la cpue est
verdaderamen
te
amenazada,
i
la que
va a
tocar
la alarma. Pero
nos
parece
dudoso
cpue,
en
los
otros
miembros
de la
liga,
ha
ya
igual
inclinacin
a
entrar
en una
contienda
preada
de
peligros,
i
ele cpue
no
tienen
adquisiciones
territoriales
cpue
prometerse,
sin
perjudicarse
una
a
otra.
La
causa
de
la
lejitmidad
est
ahora
desnuda
de la
popularidad
pasajera
cpue
le
dieron los
resultados
fatales
que
la
pri
mera
revolucin
produjo
a
la libertad
e
independencia
de
Europa.
Las promesas
ele constituciones
liberales
no
engaarn
otra
vez a
los
pueblos.
La
Rusia,
ocupada
en
el
Oriente,
no es
probable
cpue
deje
la
fcil
i rica
presa
cpue le
presentan
las
dbiles
reliquias
del
imperio
otoma
no
piara
correrlos
riesgos
de
una
guerra,
cpue, por
dicho
sa
que
fuese,
solo
le
ofrece
una
recompensa
comparati
vamente
mezejuina.
Las rentas
de las
potencias
continen
tales
no se
hallan
en
estado de
sufragar
a
los
enormes
costos
ele
una
contienda,
a
cjue
es
necesario
que
concu
rran
con
todas
sus
fuerzas
para que
baya
la
menor es-
peranza
de buen
suceso,
i
la
Inglaterra
est
incapacitada
de
darles ahora los
poderosos
auxilios de
otro
tiempo.
La
situacin
de
la
Inglaterra,
si
no
nos
engaamos
mucho,
exije
imperiosamente
la
continuacin
de
la piaz.
Su
poder
es,
a
un
mismo
tiempo, jigantesco
i
jirecario.
La
riqueza
cpue
le
entra
a
torrentes
de
tocias las
partes
del
mundo,
se
acumula
cada
vez en menor
nmero de
1,2,3,4,5,6,7,8,9 11,12,13,14,15,16,17,18,19,20,...637