Página 8 - La cuestión del Pacífico

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alzarlo erguido sobre los otros pueblos de Amrica, y esa
muerte aumento su abatimiento, subiendo en contraposi-
cin el engreimiento y las ambiciones de Chile.
El tratado de alianza fu conocido en esta Repblica des
de su orjen: su secreto era el secreto dei polichinela.
Don Carlos W alker Martinez, Ministro Chileno en Bo
livia, casado con la hija dei ilustre Dictador boliviano don
Jos Maria binares, relacionado por vnculos de amistad
con los mas influyentes Diputados ai Congreso que habia
prestado aprobacin aquel pacto, obtuvo jquien sabe
como! copia de l y la trasmiti a su Gobierno. El Minis
tro dei Brasil en Bolivia, Baron de Alencar, lo conoci
igualmente y de ello di noticia su colega de Chile; pro
como ese tratado no envolvia para este pais peligro alguno,
y sobre todo, habia dejado de ser obstculo para sus futu
ros planes, por la debilidad relativa de los pactantes y la
impoltica negativa de la Repblica Argentina para hacer
parte de l, lo dej dormir en sus gabetas para sacarlo mas
tarde como pretexto para justificar la guerra, que desde
entnces maduraba en su crebro.
Y dcimos que ese tratado no envolvia amenaza ni peligro
para Chile, porque como la propia enunciacin de l lo prue-
ba, era simple y llanamente defensivo, para evitar los avances
y absorcin de Chile; pro no para atacaria; y llamamos im
poltica la negativa argentina, porque su sola presencia e?i
la alianza habria evitado la guerra dei Pacfico, la entroni-
zacin dei sangriento derecho de conquista en America y
la paz armada de estos ltimos tiempos, que va debilitando
dos jvenes nacionalidades, precisamente en el momento
fisiolgico de su crecimiento y progreso.
Firmada la alianza, an bajaron mas de su nivel poltico
v econmico los pueblos federados: el Peru despedazado
por la guerra intestina, sufria todas sus funestas consecuen-
cias, empobrecido por la dilapidacin y el peculado; Boli
via, lespues de los honradsimos gobiernos de A. Ballivin
y T. Frias, habia caido en manos de un soldado brutal,
viviente espeotoracin de los cuarteles y nos habia ofrecido
ai mundo como una aglomeracin inconsciente de bedunos.
Fuera de esto, la naturaleza, prdiga siempre con Boli
via, exuberante y rica, habia querido ser esquiva y hurana