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La
Unin
me
respondi
en
esta
forma:
'No
tenemos,
por
nuestra
parte,
mavor
inters
en
abrir
polmica
sobre
una
cuestin
tan
ampliamente
debatida
y
acerca
de la
cual
est
ya
perfectamente
formada
la
opinin
pblica.
"Huelgan
adems
las
polmicas
cuando
los
gobiernos
de
Bolivia
y
Chile
estn
debatiendo
las
cuestiones
pendientes
entre
ambas
naciones.
'Por
otra
parte
se
lia
mucho
y
muy excusado
ahondar,
tomar
como
punto
de
partida
de la
polmica
la
declaracin
de
la guerra,
cuando
es
el
Pacto de
Trgua
el
punto
de
par
tida
de
las
negociaciones.
"No
obstante
lo
dicho,
puede
el
Sr.
Soria Gal
varro
contar
con
las
columnas
de
La
Unin,
en
cuanto
el
espacio
lo
per
mita,
para
exponer
sus
ideas
sobre
el
punto
indicado,
que,
repetimos, constituye
nuestro
juicio,
algo
solo
muy
de
lejos
relacionado
con
las
cuestiones
pendientes
entre
Chile
y
Bolivia,
cuestiones
(pie,
despus
dei
hecho
consumado de
la
victoria
btenida
por
('bile,
no
pueden
tener
otro
punto
de
partida
que
el
Pacto
de
Trgua
vigente."
No
tienen
inters
en
reabrir
polmica
sobre
las
causas
de
la
Guerra
dei
Pacfico
y
sin
embargo
atribuyndolas
la
deslealtad
y
mala
f
de
Bolivia,
fundan
en esas
causas
su
pretensin
actual
de
quedarse
con
la
propiedad
definitiva
dei
Departamento
litoral
de
Cobija,
sin
coinpensacin
terri
torial
alguna!
....
Yo
creo
necesaiio,
para
que
no
quede
sin
respuesta
el
acercionalismo
chileno,
tan
desnudo
de
razu
y
de
lgica,
precisar
por
lo
menos,
reavivar los
recuerdos
de
1879
y
traer
la
memoria,
aunque
solo
sea
en
exposicin
somera,
los
hechos
(pie
produjeron
el
conflicto
dei
Pacfico, lie ah
por
qu
publico
este
folleto.
escrito
ai
correr
de
la
pluma,
pro
con
buena volnntad
x
buenct
f,
y, sobre
todo,
con
cl
propsito
de
ayudar
con
un
grano
de
arena
la
reeonstruc-
cir
dei
edifcio
de
la
paz
v
concrdia
americana.
li
*S
.
(
M
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