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la
diplomacia
boliviana
no
plante
la
cuestin
en
el
terreno
en
que
la
colocamos
hoy;
pro
no
es
menos
cierto
que
era
muy
clara
la
indicacin
de
esa
frmula
de
avenimiento,
cuan
do
el Peru
pona
el
grito
en
el
cielo,
acusando
a
la
Rep
blica
ile
Bolvia
de
felona,
porque
queria
vestirse,
segn
la
frase
consagrada,
con
los
ensangrentados
despojos
de
su
idiada.
Sobre
estos
puntos
culminantes dei
arreglo
que
habia
de
finiquitar
/"
cuestin
dei
norte
de modo
amplio
en
favor
de
Chile,
decoroso
para
el
Peru,
y
favorable
(aunque
todavia
con
un
nuevo
sacrifcio)
para
Bolivia,
habran
podido
li-
marse
las
asperezas
de
detalle
y
llegar
realizar
una
obra
cuasi
perfecta
de
cordialidad
y
de
justicia,
cuya
oportunidad
tal
vez
haya
pasado.
-X-
-x-
-:
Bolvia
no
fu decididamente
la
paz.
Dividida
en
aquel
entnces
en
dos
corrientes
opuestas:
la
de la
guerra todo
trance,
y la
de la paz.
siempre
(pie
se
ob-
tuviese
una
salida
ai
Pacfico
que
garantizase
su
indepen
dncia
comercial,
lleg
ai
trmino
conciliador de
la
trgua.
Los
diplomticos
bolivianos
encargados
cie
trasmitir
el
pensamiento
de
su
Gobierno
y
la
general
aspiracin
dei
pas.
expresaron
que
Bolivia
se
colocaba
en
el
doloroso
ex
tremo
de
aceptar
las
consecuencias
de
su
infortnio;
que
entregaba
su
rico
litoral de
Cobija,
pro
que
exigia
en
compensacin.
y
como
condicin
sine
qua
non
un
puerto
propiosobre
el
Oceano.
Como
comentrio
de
esta
natural
exigncia,
vamos
tomar
por
r.uestras
las
palabras
dei
distinguido
escritor
boliviano
don
Alberto
(xiitierrez,
quien,
en
su
precioso
libro:
"Problemas
Polticos
en
la
Amrica
dei
Sur"
dice
ai
respecto
lo
siguiente:
"Comprndese
(pie,
en
la
situacin
ya
producida,
Chile
no
solo
n<>
estaba
dispuesto
consentir
en
la
devolucin
de
un
solo
palmo
de tierra
en
la
regin
de
Antofogasta,
sino
(pie
era
ese
el
eslabn que
unia
ai
suelo
nacional
la
conquis
ta
v;i
adquirida
de
Tarapac.
Vai el
insalvable
conrlicto
de intereses
contradictorios,
hubo
de
optarse
por
una
trgua
transitria,
mintras las
1...,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17 19,20,21,22,23,24,25,26,27,28,...38