pendncia;
y
esto,
como
lo hace
notar
con
mucha
oportuni-
dad
el
escritor
citado,
en
todas las
situaciones
por las que
ha atravezado.
Oia,
cuando
se
veia
amenazada
Bolivia
por
las
bayonetas
vencedoras desde las
orillas dei
Titicaca,
co
mo
cuando
Chile
se
desangraba
en una
horrible
guerra
ci
vil;
ora,
cuando
vencedora
la
estrella
solitria
brillaba sin
control
y
sin
rival,
como
cuando
parecia
iiiminente
la gue
rra con
la
Repblica
Argentina:
no
ha
sido
una
exigncia
de
circunstancias,
ha sido
la
reclamacin
perenne
y
just-
sima
de
un
dereho
inalienable:
el
derecho
de
conservacin
y
<le
vida
nacional
Y Chile
escueh
con
buena
voluntad
esa
demanda,
y
su
prensa,
sus
hombres
pblicos
de todos
los
partidos,
sus
go-
biernos
y
los
Ministros
que
los
representaban,
han decla
rado: (pie el
pacto
de
trgua
no
es
otra
cosa
(pie
el
puente
provisional
tendido para
llegar
la
paz
dando
Bolivia
un
puerto
(pie
satisfaga
sus
necesidades
presentes
y
futuras.
Desgraciadamente
esta
corriente
de
equidad
y de
con
crdia
ha
ido
extravindose
de
su
lveo
natural,
para
per-
derse,
jquin
sabe para
siempre!
en
los
abismos sin
fondo
de
la.ambicin desenfrenada
y
dei
dio
inmerecido.
Chile,
en
estos
momentos,
pretende
convertir
en
tratado
defini
tivo
de
paz
el
provisrio
de
trgua,
sin
compensacin
algu-
na
territorial,
olvidando todas
sus
promesas,
y
lo
que
es
ms
sus
propios
intereses
permanentes,
su
futura
tranquili-
dad
y
su
reingreso
en
la
fraternidad
americana;
pro
en-
cuentra
en
Bolivia
la
irrevocable
resolucin de
nocedersino
cuando
las
bayonetas
chilenas
imperen
sin
resistncia
en
toda
la
extensin
de
sus
fron
ters.
Despues
dei
fracaso
de
la
misin
Knig,
(pie ya
se
vis
lumbra
y
(pie
luego
ser
una
realidad,
si
no
se
modifican
las
exigncias
de
Chile gse
desahuciar
el
pacto
de
trgua'
Puede
ser;
cansada
de
surir
Bolivia
la
tutela de madrastra
de
los
vecinos
que
acaparan
su
comercio
y
se
alimentan
de
su
sustancia,
espera
resignada
la hora de
su
victimacin;
pro
piensa
ai
propio tiempo,
alentada
por
secreta
esperan
za,
que
el
destino
suele
preparar sorpresas
(pie
causan
uni-
\
cisai
admiracin.
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