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qué es aquello que las universidades públicas han de

hacer por estar mandatadas para ello.

La propia OCDE lo define muy claramente: una

institución es de educación pública cuando está

controlada y gestionada directamente por una au-

toridad o agencia pública, o cuando su órgano su-

perior está conformado en su mayoría por miem-

bros designados por la autoridad pública o elegidos

públicamente. Este concepto de universidad públi-

ca implica que ésta no tiene un dueño que la con-

trole; que no tiene que responder a ningún interés

particular; que garantiza y se enriquece en la plu-

ralidad; que no tiene por qué rendirle cuentas ni

obedecer a ningún poder externo; que no está ame-

nazada en la proclamación de sus hallazgos cientí-

ficos; que no se ve presionada, pues hay un Estado

que debiera protegerla para que pueda libremente

decir lo que piensa, lo que hace, lo que investiga.

Esa universidad pública que nos pertenece a todos

es la que tenemos que defender enérgicamente hoy.

Esto tiene que ver con el país, tiene que ver con la

cohesión social.

La universidad pública se relaciona con el conjunto

de intereses que nos identifican como nación y como

pueblo. No parece razonable que el tan esperado de-

bate sobre universidades se vea ahora reducido a una

pugna de intereses en la que se esgrime la mayor o

menor fuerza con que se contaría, sea parlamentaria,

económica o de cualquier otra índole, para defender

los intereses de tal o cual grupo de universidades.

Un aspecto consustancial a una universidad pública

es, precisamente, el estar preocupada por el país en

su conjunto.

Esta reflexión nos lleva al tema al cual quisiera refe-

rirme ahora y que considero central, pues definirá si

seremos o no capaces de volver a tener universidades

públicas en Chile. Hay una expresión que afortuna-

damente es nueva, porque si hubiera existido antes,

no habríamos tenido sistemas públicos de salud, no

habríamos tenido educación publica, no habríamos

tenido sistemas jurídicos, no tendríamos electrifica-

ción o desarrollo tecnológico del país, no habríamos

tenido políticas nutricionales y de producción ali-

mentaria. Estoy hablando de la expresión captura

del Estado. Pienso, sinceramente, que quizás sea el

tema más importante a ser discutido por nosotros,

porque si cualquier vínculo relevante que las univer-

sidades estatales demanden ha de ser visto como un

intento de

captura del Estado

, sencillamente no será

posible reconstruir un sistema público de Educación

Superior. En esta supuesta captura, el Estado estaría

viendo a las universidades públicas como una ame-

naza, porque ellas, sus comunidades, representan un

interés propio, es decir, ajeno al interés colectivo.

Pareciera de este modo que un trato diferenciado

con las universidades estatales significaría que éstas

se estarían apropiando del Estado. Apropiándose

de qué y para quién, debiéramos preguntarnos.

Pero, en cualquier caso, la conclusión de este pro-

ceso de razonamiento lógico es muy simple: si toda

universidad defiende un interés particular, enton-

ces no hay universidades públicas, todas somos

privadas. Y esa conclusión es muy coherente con

cómo han sido tratadas las universidades públicas

por ya largos años.

Necesitamos conversar hoy acerca de algo que debe

ser mucho más importante e inspirador que el

presupuesto. No voy a decir que el Ministerio de

Hacienda no sea importante, porque es crucial, sin

lugar a dudas. Pero es un ministerio cuya impor-

tancia se hace presente al final de la discusión, algo

así como cuando se llega a la caja del supermercado

después de determinar qué es lo que se quiere adqui-

rir, si me permiten la imagen. El Ministerio de Ha-

cienda no es donde empiezan las discusiones, como

se ha insistido de nuevo aquí al discutir los temas

concernientes a las universidades, sino que es más

bien donde han de terminar las discusiones. ¿Dónde

empiezan las discusiones? En cada uno de los otros

ministerios. Nosotros, como universidades estatales,

tenemos una responsabilidad al interior del Estado

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Dossier / Nº2 2016 / P.P.