EL PROYECTO DE LEY DE
EDUCACIÓN SUPERIOR:
UNA APRECIACIÓN GENERAL
El 26 de julio, la Universidad de Chile se reunió en pleno en su Casa Central para dar el puntapié
inicial de un proceso de reflexión interno sobre los alcances de la reforma educacional propuesta por
el Gobierno. En la instancia, el académico Fernando Atria detalló los que a su juicio son los aspectos
centrales a debatir. A continuación, una versión editada de su presentación, que puede ser leída en
extenso en el sitio web de
Palabra Pública
.
POR FERNANDO ATRIA
Académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile
FOTO FELIPE POGA
E
l proyecto de ley de Educación Superior in-
tenta corregir déficits del sistema de Educa-
ción Superior chileno, pero sin cambiar la
estructura de mercado que lo caracteriza. El falso
supuesto es que éstas son dos cosas distintas. Dicho
en el lenguaje que el programa hizo suyo, los défi-
cits son manifestación de que el sistema trata a la
educación como una mercancía, cuando ella es un
derecho social. Esa es la incoherencia fundamental
que recorre el proyecto de principio a fin.
Si el proyecto fuera aprobado tal como está, a mi
juicio sería un retroceso. Pero al mismo tiempo
hay que decir que su contenido no clausura, sino
que abre perspectivas. El proyecto no es el fin de la
discusión sobre Educación Superior, y no es siquie-
ra el principio del fin de la discusión. Es el fin del
principio. Con su presentación la discusión sobre el
modelo neoliberal de Educación Superior termina
de empezar.
Sobre el punto de llegada y
transitar sin dirección
Quizás parte del problema es la manera en que las refor-
mas son concebidas. Ellas se piensan desde la transición,
sin tematizar el punto de llegada hacia el cual se quiere
transitar. Esta es, evidentemente, una manera funesta
de proceder. El modo racional es el contrario: primero
es necesario identificar el punto deseado de llegada. Ha-
biendo hecho eso, habrá que preguntarse cómo es posi-
ble unir ese punto y nuestra situación presente y hacer
todos los ajustes que sean necesarios. No tiene sentido
discutir medidas de transición sin tener claro cuál es el
punto al que se desea transitar. Pero esto es exactamente
lo que el proyecto contiene, y uno podría incluso decir
que es la marca de la Nueva Mayoría: sus reformas no
han sido capaces de mostrar cómo serían las cosas si las
reformas intentadas fueran exitosas, porque su peculiar
manera de entender el “realismo” y la “gradualidad”
consiste en el deseo de transitar por transitar.
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Dossier / Nº2 2016 / P.P.