DERECHO INTERNACIONAL DE LOS REFUGIADOS
encargan de implementar los proyectos. En este caso concreto, la
asistencia en materia jurídica se realiza a través de )a Vicaría de la
Solidaridad y la asistencia material a través del Programa de RetoOlo
y Apoyo Laboral (PRAL).
11.
La
integraci6n del refugiado al país de asilo
es considerada la segunda soluci6n.
El disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales por
parte de los refugiados es considerado fundamental para que pue–
dan llevar una vida digna y productiva en
el
país de acogida sin que
por esa razón se conviertan en grupos privilegiados frente a los
nacionales.
Con este espíritu la Convención de 1951 sobre el Estatuto del
Refugiado prevee en su articulado el goce de derechos esenciales y
establece en el artículo 2° las obligaciones que el refugiado tiene
para con el país que Jo acoge. Entre los primeros, los principales son
las normas que se refieren al derecho al trabajo y a la documenta–
ción.
Así,
en su artículo 17 establece que los Estados partes deberán
otorgar a los refugiados que legalmente se encuentran en sus terri–
torios "el tratamiento más favorable otorgado a nacionales de otros
Estados en las mismas circunstancias". La Declaración de Cartagena
añade en su conclusión undécima que los países de la región exami–
nen la posibilidad de integrar a los refugiados en la vida productiva
del país a través de la creación y generación de empleo con los
medios que la comunidad internacional pone a su disposición a
través del Alto Comisionadó de las Naciones Unidas para los Refu–
giados.
Otros artículos se refieren a la libertad de circulación, la docu–
mentación de identidad y de viaje. Con referencia a estos últimos, en
su anexo la Convención provee un modelo de Documento de Viaje
que se otorga gratuitamente a los Estados que lo soliciten. También
establece los requisitos para su emisión. Por último, el artículo 33 se
refiere al principio de la no-devolución (non-refoulement) como la
piedra angular de la protección internacional del refugiado al país
donde su vida o su libertad peligre. El efectivo respeto a este
pri~ci-
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