Luces
y
Sombras sobre el futuro de las reformas
Junto al indiscutible progreso económico y político de América Latina en los últimos años
y particularmente en Chile, hay claras incertidumbres que son preocupantes. Es evidente
que la globalización afecta de diversas maneras a los países ricos y pobres y a las diversas
capas sociales, y nadie escapa al 'proceso. Ello ha provocado el surgimiento de "nuevos
muros" que separan a las naciones entre muy ricas y muy pobres, y entre los sectores más
ricos y pobres de cada sociedad.
.
. Al respecto es interesante observar que el Consenso de Washington no incorporaba el tema
del desarrollo social y uno de los temas relevantes de la agenda internacional de Chile
después del retorno a la democracia, fue necesario promover un debate mundial en N.U.
sobre el tema y también en la región. Así lo señaló Edwards "Inicialmeilte, una de las
premisas implícitas en el nuevo consenso fue que las estrategias de desarrollo tradicionales
en América Latina no habían logrado producir un crecimiento sostenido ni disminuir la
pobreza. Sin embargo, casi ninguno de los primeros programas de reformas articulaba de
manera explícita la necesidad de desarrollar planes sociales agresivos, capaces de abordar
el problema de la pobreza. Por ejemplo, en su resumen de una conferencia celebrada en
1989 sobre el ajuste. en América Latina, Williamson(32) excluye deliberadamente los
programas para la reducción de la pobreza de su lista de 10 principios que constituyen lo
que denomina el Consenso de Washington. Explica que, durante los años 80, la
preocupación por los problemas sociales estuvo completamente ausente de
la
agenda de
Estados Unidos respecto al mundo en vías de desarrollo, así como del temario de la
mayoría de las naciones latinoamericanas"(35).
Esta revelación significa que
la
"década perdida" aceleró una caída en los ingresos reales
de los latinoamericanos y demostró una ausencia de propuestas interamericanas para
enfrentar estas crisis. En otras palabras, el tema de la pobreza del continente estuvo al
margen de las inquietudes de los países desarrollados y subdesarrollados. La denuncia del
Santo Padre, Juan. Pablo TI, a las estructuras de pecado, en sus viajes a la región se
convirtió en súplica cuando en Chile señaló "los pobres no pueden esperar". Es irónico,
pero ese problema de pobreza, la mala calidad de vida en las megápolis, la
contaminación excesiva, pueden ser el nuevo Talón de Aquiles de las reformas en la
décadas venideras.
En otras regiones se percibe con más fuerza que surgen movimientos separatistas y se
avecina un "choque de civilizaciones" según los pronósticos de Huntington. Los
enfrentamientos y luchas por las ideas de patria, raza, etnia y religión han tenido más
convocatoria que las viejas ideas de lucha de clases, partido e ideología y han destruido a
prósperas naciones y afectado a extensas regiones. Estas fuerzas centrífugas recorren países
ricos y pobres. Yugoslavia se desmembró ante una Europa que no pudo impedirlo. Canadá
sufre de estas tensiones por las fuerzas separatistas. y también hay movimientos
ultraregionalistas en Europa. Chiapas envió una señal preocupante para la unidad de los
mexicanos. En Francia y EE.UU. políticos de distintas tendenCias se unen en favor de
nuevas leyes para evitar inmigración cierran el paso a los extranjeros.
Paradoja, mientras los ciudadanos querían regresar a la democracia ahora hay signos -de
grave insatisfacción con los partidos, los jueces, los congresos, que son los aparatos claves
para una democracia.
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