Página 9 - Los quinientos años de Santiago y el segundo milenio de la aldea de Huechuraba

y grupos tranquilos, religiosos, morales, sabios y filosóficos, inestablemente
apoyados sobre otros necesariamente revoltosos, desordenados, infieles,
inmorales, viciosos, ignorantes y despreciables.
Muchos han dicho que no es posible distribuir la miseria entre todos,
mucho más objetivo es aumentar la riqueza: Como nunca será suficiente para
que tenga una real significación al dividirla por cifras seguidas por 7 o más ceros,
más vale dividirla por algunas centenas solamente, por ahora, y seguir esperando
el turno que le corresponda en algunos de los siglos de los próximos milenios, o
los restantes millones de otros cientos de seres humanos a los que no alcanzó el
reparto por ahora. Si en el intertanto, eventualmente, se murieran, se les
reconocerá el derecho a sus descendientes hasta la generación correspondiente.
El nacimiento de la Aldea es uno de los grandes pasos del hombres en la
conquista de su liberación y autonomía. Al dominar el esquema de vida
sedentaria y domesticar plantas y animales, se estabilizó en un lugar escogido
buscando seguridad en su subsistencia y en su descendencia, desde el punto de
vista del consumo de alimentos y logro de ciertas comodidades y calidad
ambiental.
Escapando de la hostil "naturaleza" y, también, de la hostil "humanidad no
sedentaria", se fue concentrando en los lugares de mayor seguridad: aldeas,
ciudadelas, ciudades y metrópolis.
Sistemáticamente en cada uno de esos refugios, al poco tiempo de
aprovechar una pasajera tranquilidad fue sometido nuevamente a otras
derivaciones del sometimiento, y volvió a perder la liberación y autonomía
lograda, debiendo sufrir nuevas hostilidades naturales y humanas.
Las emigraciones, colonizaciones, urbanizaciones habidas en toda la
historia responden a la búsqueda de la "nueva vida", de la libertad, de la justicia
en un medio no contaminado. Todas ellas terminan en una "vida poco nueva",
sin libertad, sin justicia, en un medio "recontaminado". Es el ciclo de la
Esperanza y de la Realidad, pero cada hombre cree, por fin, poder romper con
ese círculo vicioso.
En los últimos tres siglos el hombre ha creido encontrar una brecha
importante en la búsqueda de su liberación. Grandes movimientos sociales y del
pensamiento han establecido principios universales de igualidad, libertad y
fraternidad Sin embargo, ello es sólo aparente, la mayor parte del mundo las
acepta para si, pero no para los otros...
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