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Programar, desde el punto de vista del transporte, un viaje a Isla de Pascua desde cualquier
país del mundo y, aún desde Chile, resulta bastante complicado, largo y oneroso. Esto
desalienta a cualquier visitante y frustra el inmenso interés mundial que esta isla despierta
no solamente en los niveles selectivos e intelectuales.
Si bien es posible que alguna línea nacional de transporte pierda el pequeño todo de casi
nada a cambio de una gran parte de un gran todo, es necesario pensar en dar a esta Isla
Transpacífica su función como modo de transporte entre Asia, Oceanía y América del Norte
y del Sur.
Facilidades portuarias y una adecuada zona de libre comercio y franquicias, podrían dejar
esta isla en una ventajosa posición en la cruz de transporte marítimo que se forma entre
Asia y América del Sur, con Oceanía y América Central y Norte.
Igual situación se produce con el transporte aéreo.
Valdría la pena abrir la Isla Transpacífica y estudiar las posibilidades de conceder facilidades
a líneas aéreas extranjeras desde Panamá, México, California, Venezuela y Perú hacia el
oriente, y a líneas de Japón, Hawai, Australia y Nueva Zelandia hacia el occidente.
En el rico mercado australiano y neozelandés hay seguramente demanda para viajes a
Europa, o vice-versa, por Isla de Pascua y Sud-América o por Isla de Pascua y Panamá.
En el abundante mercado japonés puede haber interés por viajes a Sudamérica, Brasil y
Argentina, y a Sud-África por igual camino.
En el múltiple mercado norte-americano, mexicano y venezolano puede encontrarse
demanda para viajes a las Islas del Pacífico Sur y a Australia en tránsito por Isla de Pascua.
El actual aeropuerto de Mataveri [1982] ha alcanzado las condiciones básicas para permitir
los vuelos internacionales. Falta construir un terminal de pasajeros digno. Convendría
completar el equipamiento con un servicio de helicópteros para facilitar y enriquecer la
investigación, el turismo, la pesca y la silvo-agricultura de la isla.
Laautoridadde esta IslaTranspacíficadebe teneruna claravisiónde sumisiónrelacionadora.
Ella representa el cordón umbilical de Te–Pito–Te–Henúa (ombligo del mundo). Es ella
la que traerá la vida del mundo a las otras seis islas. Es ella que la llevará la vida desde las
otras seis islas al mundo.