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WALTER SÁNCHEZ
G.
universo de la era Brezhnev se espera un mayor activlsmo político soviético en el
plano interno e internacional, que puede llegar
al
uso de su poder militar, por
razones de "ajustes domésticos" más que por las amenazas del capitalismo.
Las estrategias globales de las dos grandes superpotencias, si existen, tienen
una lógica centrada en su seguridad nacional y esta camisa de fuerza aboga las
posibilidades de una evaporación del conflicto Este-Oeste. Con esta lógica se
verán tentadas a intervenir directamente o a través de terceros, en los conflictos
de Europa y el Tercer Mundo. Al mismo tiempo, el temor de la intervención los
mueve a autoatarse y moderarse en sus aspiraciones. Es probable que ambas
superpotencias se equilibren con la vieja táctica de las esferas de influencia; y si
esto ocurriera, se avanzaría en un futuro de coexistencia, siempre y cuando este
régimen internacional no afecte los intereses de la expansión del capitalismo y el
comunismo. Sin un clima de relativa seguridad político-estratégica entre las
superpotencias es muy dificil un avance en el camino del desarrollo y el desarme,
y mucho más dificil un mejoramiento de la relación entre el Norte yel Sur. Los
dos conflictos Este y Oeste y Norte-Sur se entrecruzan y la solución del segundo
pasa por un mejoramiento del clima entre las dos superpotencias.
El llamado de potencias intermedias a poner fin al despilfarro armamentista y
a crear un clima de distensión, es un esfuerzo que irá tomando más apoyo
popular, y a la larga podría desabrochar las ataduras de la estrategia basada
exclusivamente en las consideraciones de la seguridad nacional.
Los pacifistas, ahora crecientes en Occidente pasarán más allá de las cortinas
de hierro y de bambú. Junto con la lucha en favor de los Derechos del Hombre, la
causa de la Paz, irá creciendo como una ola de rebelión en contra del clima de
"equilibrio de terror" y de universalización de la "guerra fría".
El tema del Diálogo por la Paz y porlos Derechos Humanos, yen menor nivel
el del equilibrio ecológico pasarán a ser prioridades en la política del siglo
XXI.
Baste revisar la incesante preocupación de la Santa Sede en sus sucesivas
Jornadas por la Paz Mundial, y la ofensiva propagandística de la Unión Soviética
por imponer su propia visión de la paz. Como señala la constitución de la
UNESCO:
"puesto que las guerras tienen su origen en las mentes de los hombres, precisa–
mente en las mentes humanas es donde hay que empezar a construir los funda–
mentos de la paz". La causa de la educación para la paz y los derechos del
hombre, incluyendo el de vivir en un planeta limpio de contaminación, reorienta–
rán muchos de los esfuerzos para preparar un siglo
XXI
más seguro y pacífico. Los
africanos nos enseñan que son "felices los devoradores de guerra" y "los tejedores
de paz". Gandhi predicó la no violencia al igual que Martín Luther King. La
imagen de San Francisco de Asís y su mensaje de vida simple y buena, en paz .