El Fenómeno Fujimori
Al concluir el Gobierno de Alan García el Perú había entrado en una hiperinflación sin
precedentes en el siglo XX. La inflación que se mantuvo en un promedio del 70% al año,
entre 1986 y 1987, pasó a 535% en 1988 y a 2,716% en 1989, proyectándose en 10,000%
para 1990.
La crisis se manifestaba en el fuerte desempleo, acentuamiento de la pobreza; destrucción
de la capacidad de ahorro y de inversión; .pronunciado desfinanciamiento del Gobierno
Central y de las empresas públicas; desmoralización y creciente agitación social entre otros
factores ..
El terrorismo se había acentuado notoriamente, gran parte del territorio nacional estaba
bajo control militar y las instituciones de la
~emocracia
se habían deteriorado
significativamente en el período 1980-90.
El cálculo de las organizaciones ínsurreccionales se había cumplido en gran medida. Los
partidos políticos no habían sido capaces de generar condiciones para la vigencia plena de
la gobernabilidad. En el lapso mencionado, especialmente Sendero Luminoso, construyó
un importante aparato militar, ganó experiencia en la acción terrorista y debilitó duramente
la base social de la nueva izquierda.
Al concluir el Gobierno de Alan García, amplios sectores tenían la percepción que Sendero
Luminoso había avanzado demasiado en la "guerra interna" que inició en 1980 y que el
MRTA estaba en condiciones de
refl~tar
su acción militar, a raíz de la espectacular fuga de
.sus principales líderes., pocos meses antes de la transferencia del Gobierno.
En el proceso electoral de 1990 confluyeron un creciente anti-aprismo y' la pérdida de
credibilidad de la propuesta de la izquierda, derivada de la división y del enfrentamiento
entre supuestos reformistas y revolucionarios, que su base social no entendía:
La única propuesta coherente era el proyecto liberal de Mario Vargas Llosa, pero tenía
como debilidad el ser apoyada por los partidos que habían gobernado entre 1980 y 1985.
Amplios sectores de la población consideraban que era necesario un ajuste económico y
enfrentar definitivamente al terrorismo, pero veían la propuesta liberal tan sólo funcional a
'los grandes intereses económicos y ajena, por tanto, de contenidos que posibilitaran la
atenuación de su impacto social.
Las dos fracciones en que se dividió la izquierda (Izquierda Unida e Izquierda Socialista) y
sobre todo el APRA, combatieron duramente la propuesta liberal presentándola como la
generadora de un brutal shock que agravaría la pobreza.
Una fracción importante del electorado percibía que la propuesta liberal polarizaría aún
más la sociedad y que la izquierda y el APRA no vacilarían en privilegiar la agitación
social para enfrentarla, cálculo que estaba en la mente de 'los conductores de Sendero
Luminoso
y
del MRTA.
Vargas Llosa no alcanzó mayoría en la primera vuelta electoral
y
como ni el APRA ni la
izquierda eran alternativa de gobierno, una porción significativa apostó por una alternativa
distinta a éstas
y
al proyecto liberal. El movimiento informal
y
desarticulado
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