La Quiebra del Régimen Oligárquico
En la quiebra del régimen oligárquico confluyeron diversos factores que incluyen las
luchas campesinas y urbanas; la irrupción de las capas medias; la creciente influencia de
los intelectuales; los movimientos insurreccionales de los años sesenta; el deterioro de las
alianzas dentro del bloque oligárquico; y las contradicciones entre los terratenientes y los
empresarios urbano-industriales.
El Golpe de Estado de 1968, que encabezó el General Juan Velasco Alvarado se
diferenció, junto con
el
de 1962, de los anteriores por provenir de un pronunciamiento
institucional de las Fuerzas Armadas y no de un tradicional "cuartelazo".
El de 1962 fue un golpe esencialmente anti-aprista ante
el
triunfo de Haya de la Torre en
las elecciones presidenciales de dicho año. El Partido Aprista había dado un viraje hacia la
derecha para hacer tolerable su accionar político pero por sobre todo para defender el
espacio democrático, después de una dura persecución, que duró casi cuarenta años y que
en la historia del aprismo se conoce corno el "período de las catacumbas" por los largos
años de vida clandestina y de fuera de la legalidad que tuvo que afrontar dicho Partido.
Las Fuerzas Armadas vetaron el acceso de Haya de la Torre a la Presidencia de la
República, a pesar q'ue el Partido Aprista había abandonado definitivamente la vía
insurreccional y optado por un programa de reformas que propiciaban la modernización de
la sociedad. En ese momento,
el
programa Aprista planteaba básicamente políticas de
intervención pública en favor de un gasto social más dinámico, redistribución del' ingreso,
cancelación de las formas tradicionales de tenencia de la tierra, especialmente en el agro de
la sierra; fomento de la industrialización y nuevo trato con el capital extranjero.
Este programa expresaba los intereses de los grupos urbano-industriales y propiciaba una
alianza política para enfrentar el avance de la nueva izquierda que empezó a cobrar fuerza a
raíz de la Revolución Cubana. El APRA además, intensificó su combate al comunismo y
denunció sistemáticamente a Cuba corno punta de entrada de los intereses soviéticos en
América Latina, pero planteando un nuevo de tipo de relación con los Estados Unidos bajo
una propuesta que Haya de la Torre denominó "interamericanismo democrático sin
imperio". Es decir, una alianza para consolidar la democracia y modernizar integralmente
la sociedad a través de más inversión extranjera y mayor incorporación del progreso
técnico pero sin subordinación ni interferencias internas.
Mas allá de las acusaciones de fraude electoral que se utilizó para justificar el "Golpe de
Estado" lo que más influyó en esta decisión fue el anti-aprismo sustentado en sus intentos
insurreccionales y en el temor a que el partido más organizado del país copara los poderes
públicos y las propias Fuerzas Armadas. La imagen que amplios sectores de la sociedad y
los propios militares tenían del APRA es que se trataba de un movimiento totalitario y
sectario que tenía una presencia significativa en diversas organizaciones de la sociedad civil.
Sin embargo, el anti-militarismo estaba ya, en ese momento, al margen de la propuesta
Aprista que sin duda era la más' coherente para desarrollar un capitalismo nacional. Los
intentos de la dirección Aprista de ajustar su programa para que no entrara en
contradicción con los intereses de los grupos dominantes le restó fuerza en el movimiento
popular y amplió las posibilidades de otros partidos refonnistas (Acción Popular,
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