América Latina y el Sudeste Asiático: perfiles de cooperación regional - page 48

46
INTEGRACION, COOPERACION
y
CONCERTACION ...
en México, Bolivia, Cuba, Nicaragua) osi se
tr~ta
de una articulación a
partir de la pretensión más teórica del cambio en la conciencia.
7
.
&te sentimiento de pertenencia a un
tod~
común -más difundidó
en los rasgos superiores de la pirámide· de eltratificación sOcial que
"abajo" y prácticamente sin significación entre los marginales-
8
es el
fundamento en el que descansan todos los esfuerzos por la unidad del
subcontinente. Aun cuando en casos individuales hay significados fun–
cionales tras determinadas iniciativas concretas, sus justificaciones últi–
mas son más profundas y tienen una dimensión histórica.
& necesario hacer un paréntesis para referimos al rol histórico
especial del Brasil. En dicho país no existe un legado histórico que
reconozca una deuda con el subcontinente como un todo; no se da un
panlatinoamericanismo abierto, ni un fundamento cultural para una
visión del conjunto latinoamericano que incluya a Brasil desde un co–
mienw. En todo caso, en el ámbito de la política exterior se dan pasos
sucesivos de aproximación a América Latina. Una manifestación de esto
es la participación en el sistema interamericano desde sus orígenes,
aunque en esto también juega un papel la política brasileña, que suele
ser bastante deliberada, de aproximación a los &tados Unidos. Brasil
también toma parteen los esfuerws por una integración latinoamericana
concebida en términos más limitados, económicos, que se inician alrede–
dor de 1960. Sin embargo, la integración nunca se concibe como algo que
constituya más que un medio -entre muchos- para imponer los intereses
propios en
el
sistema internacional.
La
intención de mejorar el potencial
de influencia en las empresas conjuntas latinoamericanas constituye un
motivo adicional de la participación brasileña. En este sentido, a partir
de la década del 70, los presidentes brasileños han aumentado su interés
en América Latina.
9
Si bien el comportamiento brasileño en la política
exterior es más estable y predecible que el de otros en la región, es
necesario reconocer que la participación del país en la creación de
mecanismos de vinculación latinoamericana ticffle una base de sustenta–
ción en una élite político-intelectual comparativamente mucho más
reducida que las de otros países latinoamericanos. Además, en el contex–
to de la política prolatinoamericana no se olvida que Brasil es -una vez
que se recupere su economía- el único país latinoamericano que tiene
1Ver,porejemplo,AngeIRama(ed.),DerIan~KompflAte~
TexteundDokumentevon
losé Mant bis Sall'fJdorAUende,
(Frankfurt: 1982).
8
ManCred Mols,
Demolcratk
in Lateinam.erika,
(Stuttgart:
1985),
pp. 46 Yss.
9
Casi textual enWolCGrabendorff, ·ZurAussenpolitikBrasiliens", Munich, StiftungWissenschaCt
und Politik,
1975,
p.46; Helio Jaguaribe,
PolilicaJ
Development,
A General
1ñeory
and
a
Ladn
American Cose Stud:¡,
(Nueva York: 1973).
1...,38,39,40,41,42,43,44,45,46,47 49,50,51,52,53,54,55,56,57,58,...390
Powered by FlippingBook