Página 71 - Los quinientos años de Santiago y el segundo milenio de la aldea de Huechuraba

¿Cómo podria alguien determinar cómo le conVIene vivir a las
generaciones venideras, si no se es capaz de satisfacer a las generaciones
presentes y se desconocen los factores y los valores de hoy? ¿Cómo podrá
suponerse qué factores y valores serán válidos mañana?
La artificial división de los recursos en públicos y privados, no ayuda a la
comunidad nacional, todos ellos son un sólo Recurso Nacional, que interviene en
el bienestar de sus habitantes y se origina en la actividad de toda la población.
No porque un capital sea nuestro tenemos derecho de malgastarlo,
despilfarrarlo, llevárnoslo a otra parte, destruirlo o esconderlo.· Hay una
responsabilidad en ese bien frente al resto de la comunidad y si hemos tenido la
habilidad, la suerte, el empeño o la ocasión de ser dueños de él por un tiempo, ha
sido porque la organización nacional así 10 ha posibilitado. Ello nos obliga frente
a toda esa comunidad a invertirlo útilmente para que la riqueza se multiplique
más allá de nosotros y el bienestar de expand;:t
El falso dilema entre actividad pública y privada lleva a profundos errores
conceptuales. La actividad pública es la acción real de todos los individuos
privados de un país, a través de la "Empresa" llamada Estado o Municipio. Los
capitales públicos son los bienes de todos los privados de un país.
La actividad privada es la acción de sólo algunos individuos privados, y
los capitales privados son sólo los bienes de algunos privados. Por lo tanto,
cuando se orienta una política pública al sector privado, 10 que realmente se está
haciendo es marginar de ella a la gran masa de los individuos privados, para
favorecer a sólo a algunos privados.
Cuando se traspasa un Bien o un Servicio Público al Sector Privado, lo
que se hace es despojar a la mayoría de los individuos privados del país de un
beneficio, un bien, o una fuente de riqueza, para otorgarlo como privilegio a sólo
algunos de ellos según lo establezca la ley respectiva.
En una comunidad en que las leyes responden a la voluntad de las
mayorías siempre se producirán injusticias terribles y abusivas. Toda ley debería
ser establecida para la mayoría poniéndose en el lugar de la minoría (lo que por
lo demás siempre alguna vez sucede, más temprano, que tarde, en nosotros o en
nuestros hijos).
Toda acción debería programarse pensándose en lo que nos parecería si
ella fuera hecha por los que piensan en forma opuesta a nosotros.
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