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Por Amor a la Justicia y Para No Repetir Errores
La decisión de abordar este tema se ha visto reforzada por las profundas reflexiones
hechas por nuestro Cardenal Francisco Javier Errázuriz en la Homilía de Septiembre
de 2003. Él dijo: “Se ha agitado recientemente nuestro espíritu al hacer memoria de
los acontecimientos dramáticos de los últimos decenios. La conciencia democrática
de este pueblo no le ha permitido dejar atrás los hechos dolorosos de su historia.
Porque valoramos la justicia y porque amamos la paz, volvemos una y otra vez al
pasado, deplorando los excesos y diseñando nuevas propuestas para no repetirlos y
para hacer justicia con mayor prontitud, sabiduría y clemencia. Recordar nuestra
historia y desprender de ella lecciones, es algo que nos honra”.
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Transcurridos 30 años del golpe de Estado en Chile, aún se constata que analizar
sus causas provoca discusiones muy apasionadas. Incluso al interior del PDC,
todavía existen interpretaciones diferentes. He sabido de militantes que piden
disculpas por nuestra supuesta participación en el golpe y en las situaciones que lo
generaron. Respeto su actitud, pero no la comparto, a menos que sea la expresión
del arrepentimiento de aquellos que efectivamente trabajaron conscientemente para
que ocurriera. Hay otros que no quieren asumir ninguna cuota de responsabilidad.
Los entiendo, pero creo que están muy equivocados. Hubo militantes DC que
ayudaron y colaboraron para que el golpe se produjera. Aún más, creo que ya en
septiembre de 1973, la mayoría de los militantes y simpatizantes estaban por el
golpe. Pero, como nos enseña la historia, es necesario conocer los acontecimientos
que se vivían entonces. ¿Qué fue lo que hizo que personas partidarias del cambio
social, demócratas convencidos, celebrasen una ruptura institucional?
Es lo que trataremos de analizar en esta primera aproximación a esos duros
tiempos. Muchas personas de buena fe, nacidas antes o después del 73, tienen un
juicio formado, a veces no el mejor, sobre el papel de la DC. A eso contribuyó una
persistente campaña de la izquierda tradicional responsabilizando a la DC por el
golpe y la versión emanada de círculos pinochetistas que acusaban a la DC de haber
apoyado el golpe primero y que, como no se les entregó el Gobierno, pasaron a ser
oposición. Los errores del PDC en la primera fase pos-golpe, la publicitada
permanencia de unos pocos DC en cargos y actitudes de respaldo a la dictadura,
ayudaron a completar esta imagen.
Los Homenajes al Gobierno de Salvador Allende
En el último tiempo se han rendido diversos homenajes a Salvador Allende, lo que
encuentro natural e inobjetable. Murió trágicamente y con un sentido de la dignidad
del cargo que me impresionó. Yo he participado en actos religiosos de recuerdo,
incluso voté a favor de un monumento para él, pero no comparto los comentarios
elogiosos sobre la manera en que Allende gobernaba, aunque entiendo que se
hagan. Asimismo, se pretende mostrar a su Gobierno como un exitoso promotor de
medidas favorables al pueblo y creo que eso no corresponde a la verdad, pero es
materia debatible. Conozco visiones críticas que provienen del seno de personas que
participaron en el Gobierno de Allende que aportan a esa discusión.
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Documento obtenido por el autor.
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