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El Paracaídas / Nº 6 abril 2015
¿Pero es solo una crisis política o tam-
bién intelectual? ¿La derecha dejó de
defender ideas para dedicarse a defen-
der intereses?
- No lo sé, pero creo que faltan más
políticos que se identi"quen con los
temas clásicos de la derecha. Por ejem-
plo, con la delincuencia o la drogadic-
ción, que son problemas que preocupan
a la inmensa mayoría de las mamás.
De hecho, la gente está saliendo de los
colegios municipales hacia los parti-
culares subvencionados también por
este tema. De acuerdo con la última
encuesta del SENDA, el 53 por ciento
declara haber visto consumo de drogas
en un colegio público. Entonces, es ob-
vio que las mamás quieren sacar a los
hijos de ahí. No es por los resultados
del SIMCE, sino que por cosas más
simples, como impedir que mi hijo se
vaya a la droga.
¿Y las reformas de la Presidenta Ba-
chelet le abrieron estos temas a la
derecha, especialmente, en el plano
educacional?
- Abrieron un poco la puerta y eso se
vio en las marchas de los apoderados,
pero Penta es un telón que tapó todo
eso. El futuro de la derecha está en co-
nectarse con las capas medias, que va-
loran el orden, el progreso económico
individual, que están endeudadas, van
al mall, que quieren seguir progresan-
do y que le tienen terror a la cesantía.
¿Es muy elitista la derecha para no ver
esto, sus dirigentes no logran enten-
der la conformación de Chile?
- Los dirigentes han tenido poca ca-
pacidad de conexión, pero así y todo
la UDI ha sido el partido más gran-
de. Sin embargo, en esta última etapa
ha existido una creciente desconexión
con los sectores medios, que es donde
la derecha habitualmente cosecha el
voto. En todas las encuestas, los inde-
pendientes son la gran mayoría y ellos
están castigando mucho al gobierno
de Michelle Bachelet. Ahí hay un es-
pacio para la derecha.
Mientras usted dirigió el CEP puso es-
pecial atención en el movimiento estu-
diantil ¿se podría reactivar este año en
medio de los casos de abusos?
- El movimiento de 2011 fue un mo-
mento que tuvo mucha poesía, pues
hubo una irrupción de la gente que no
la habíamos visto en las últimas déca-
das. Además, habían dos banderas que
eran muy atractivas: mejorar la calidad
de la educación y buscar una forma de
gratuidad, que en de"nitiva era una re-
belión contra el alto costo de las uni-
versidades. Sergio Urzúa demostró en
un estudio que para el 39 por ciento de
los alumnos no es rentable ir a la uni-
versidad. Este movimiento denunció el
lucro en la educación superior, que está
prohibido, pero era hecho a la mala, un
lucro clandestino.
¿Con trampa?
- Sí, con trampa. Había una cosa moral
del movimiento estudiantil, una postura
ética que a mí me tocómucho en ese mo-
mento. Cuando este movimiento partió,
el gobierno de Piñera no tenía un plan
universitario. Sin embargo, surgieron las
protestas. Recuerdo que un día mis es-
tudiantes de "losofía de la Universidad
de Chile salían de la clase para ir a mar-
char.Les pregunté ¿pero por qué ahora si
este gobierno no ha dicho nada sobre la
educación? Entonces una estudiante me
respondió: ‘es que ahora los gatos están
a cargo de la carnicería’. Existía esa sen-
sación de que los grupos económicos se
habían encontrado en La Moneda. Eso
era lo que molestaba y eso es lo que hoy
estamos viviendo al trasluz. Hay una co-
nexión entre ese momento y hoy.
¿En qué sentido se observa ese vínculo?
- En que en ese momento existía la
percepción de que los grupos econó-
micos estaban demasiado cerca del
poder político.
¿Además de una sensación de abuso
permanente?
- Claro, pero era una intuición hasta que
brota La Polar y el resto de los escándalos
económicos, que son una larga lista. Es-
tos casos impactan mucho y se necesita
una limpieza. Esto es lo que ahora se co-
necta con las posturas éticas que estaban
en la base del movimiento estudiantil.
“Había una cosa moral del movimiento estudiantil,
una postura ética que a mí me tocó mucho”