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Nº 6 abril 2015 / El Paracaídas
país y los directorios de las gran-
des empresas están controlados
por egresados de 5 colegios priva-
dos exclusivos.
- Efectivamente, en los directorios
de las empresas ocurre eso, pero en el
campo político y cultural es mucho más
abierto. Tienes escritores, cientí"cos, ma-
temáticos o poetas. Muchos egresados de los
emblemáticos son personas que han marcado el país
y que venían de orígenes muy modestos. Nos tenemos que
mover hacia una elite más inclusiva y eso lo están hacien-
do los liceos emblemáticos. Las elites se harán más diversas
cuando los mercados sean más competitivos y valga más el
talento que la cuna.
¿Y su efecto en el plano educacional?
- Primero, en lo educacional tienen un impacto de subir el
nivel en educación básica, porque son muchos los que postulan
y muy pocos los que quedan. Tienes a muchos alumnos com-
pitiendo por llegar a estos colegios, lo que produce una emu-
lación en los alumnos en la etapa "nal de básica. Luego tienes
el efecto de irradiación de estos liceos sobre otros. Por ejemplo,
el Instituto Nacional dio origen al Liceo Nacional de Maipú,
que es excelente. Es el cuarto colegio con más estudiantes en
ingeniería civil en la Chile. Ésta es una semilla, todavía muy
chiquita, pero la deberíamos ampliar, no eliminar.
Pero ese efecto de irradiación también lo podríamos uti-
lizar a la inversa ¿Qué pasa con los compañeros de aque-
llos estudiantes que dejaron sus colegios de origen en
Lo Prado, San Ramón o La Pintana para ir al Instituto
Nacional? ¿Dejaron de recibir ellos la irradiación de sus
compañeros que estudiaban y rendían más? El llamado
“efecto par” en educación.
- Sí, el famoso efecto par. Nosotros hemos demostrado que
todos los estudios que se citan al respecto, o sea la in!uen-
cia de buenos alumnos sobre alumnos
mediocres, están basados en casos
donde los alumnos vulnerables están
en minoría y los alumnos de mayor ni-
vel cultural están en mayoría. No hay
casos en los cuales dos o tres alumnos
buenos en un mar de alumnos mediocres
logran cambiar el ambiente de ese curso. En
el Instituto Nacional hay un ethos organizacional
que te lleva a estudiar cada vez más. Los emblemáticos
son liceos pensados y diseñados para alumnos que tienen una
gran vocación de estudio. No estamos hablando de inteligen-
cia, sino de inclinación académica.
¿Cómo se podría mantener, entonces, ese aporte que usted
observa de los liceos emblemáticos en la nueva ley de edu-
cación pública?
- En el proyecto de educación pública hay que permitir que
estos liceos sigan seleccionando. Para garantizar integración
social, se les puede pedir que destinen un 30 por ciento de
sus cupos a alumnos vulnerables que han demostrado talento
y dedicación por el estudio. Si estos liceos pierden fuerza,
va a perder fuerza la Universidad de Chile, que se nutre de
muchos estudiantes del Instituto Nacional.
RANKING Y
EDUCACIÓN SUPERIOR
Usted critica el uso del ranking de notas en el acceso a la edu-
cación superior. ¿Por qué es, a su juicio, un mal instrumento?
- El ranking establece una competencia entre los alumnos
de tres generaciones. Entonces mi enemigo es mi compa-
ñero de curso y los que están a mi lado. Me conviene que a
ellos les vaya mal para que yo suba. En este sentido, es una
competencia fratricida. Además, el ranking promueve que el
alumno se mueva de un colegio bueno a uno mediocre para
subir su puntaje.
“El ranking
de notas es una
competencia
fratricida”