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MedioSiglo deHistorias de la TerapiaOcupacional en Chile
Navegué a través de sus ojos, temí por las tormentas en altamar y me
tranquilicé en las noches despejadas que permitíanmirar la infinitud
del cosmos.
Nos juntábamos cada día. Yo siempre expectante por conocer las
aventuras que viviríamos en África, Cuba o desorientados en lamitad
del océano. No fue hasta que alguien bromeó sobremi tronco un poco
torcido cuando caí en cuenta de cuanto nos habíamos mimetizado.
La práctica terminó, evitamos las despedidas y me embarqué sola a
un nuevo destino, esperanzada en reencontrarme conManuel.
Al poco tiempo comencé a sentirmi cuerpo cansado y unmiedo intenso
me invadió al notar que no podía enderezar mi tronco. Pregunté a
médicos, componedores de huesos y hasta a mi abuela para solucionar
el problema, pero no había explicación. Simplementemismúsculos cos-
tales decidieron dejar de funcionar.
Cansada de tanta manipulación, terapias y pastillas decidí visitar a
Manuel. Apenas entréme examinó rigurosamente en silencio y tras un
momento, comenzamos una rutina de ejercicios en la costa de India.