NUEVAS DIMENSIONES EN LA PROTECCION DEL INDIVIDUO
vertiginoso de las comunicaciones, se va a delimitar como nunca
antes en los últimos siglos, el derecho a la movilidad de las personas.
La década del 80 conmociona al mundo con la caída de totali–
tarismos de diferente signo, y un avance inédito hacia las formas
democráticas de vida.
La esperanza en la década que se inicia es que la caída del muro
de Berlín no sólo represente el símbolo del derrumbe de un sistema
político, sino también un hito en la historia de la libre movilidad
humana.
Libertad retaceada frecuentemente por enmarañadas disposi–
ciones administrativas; comercializada muchas veces por burocracias
corruptas; y violada permanentemente por regímenes totalitarios.
Es incuestionable el derecho soberano que cada E'itado tiene
para dejar salir o entrar a quien considere conveniente o necesario;
también es incuestionable el derecho que toda persona tiene de
moverse libremente, por un mundo cuyo único propietario real es la
misma humanidad.
En un mundo que avanza hacia la democratización creciente de
las relaciones entre los hombres, la prohibición de salir o entrar a
espacios delimitados políticamente constituye cada vez más un con–
trasentido de ese proceso, donde aún se siguen privilegiando las
fronteras formales por sobre las fronteras morales.
Es probable que con los procesos de integración regional que
actualmente se están incrementando en diversas partes del mundo
(Europa, Norteamérica, A<¡ia), la libre movilidad se imponga dentro
de estas áreas de integración. Pero lamentablemente, frente a este
avance, nos encontramos con cada vez más restricciones de esas áreas
hacia afuera de sus fronteras regionales.
Quizás el derecho a la libre movilidad pueda ser considerado el
más utópico en las actuales circunstancias que viven las naciones del
mundo.
Es
probable que su planteo irrite tanto a los que no dejan
salir como a aquéllos que no dejan entrar a las personas a través de
sus fronteras. Pero es innegable que este "derecho perdido" es algo
que
le
resta recuperar a la humanidad, si su proceso de desarrollo
incluye un respeto auténtico por las libertades individuales.
1.3.3 El derecho del migrante a la justicia social
Cuando mencionábamos los llamados derechos de "segunda
generación", surgían aquellos que hacen a un trato social justo del
inmigrante.
Son muchas las dimensiones que podrían entrar en la esfera de
la justicia social para el migrante, pero nos vamos a referir específi-
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