ESCASEZ. MUNDIAL DE ALIMENTOS
y
MATERIAS PRIMAS
ríQ debe centrarse en las d'sponibilidades y costos de los fertilizan–
tes nitrO'genados y fO'sfO'rados
y
en las dispO'nibilidades de agua de
riegO' para IO's cultivO's, en las épO'cas de mayO'res requerimientO's
(INlA,
19.72) .
TO'do lO' anteriO'r debe venir acO'mpañado de un mejO'ramientO' de
la O'rgan'zación predial, considerada comO' ecO'sistema O'rigen, que en
la actualidad está lejO's del óptimO'.
El mundO' ha sido divididO' en dO's grupO's de naciO'nes: aquéllas
.que saben manejar tecnO'lO'gía y crear riqueza y aquéllas que .no la
saben (Drucker, 1968) . Entre éstO's dO's grupos de naciones, sin em–
bargo, se ha idO' creandO' un abismo de ingresO's y oportunidades,
como liunca antes existió. En> la actualidad, sin embargO', la diferen–
cia entre ambos grupO's de naciO'nes nO' reside necesariamente en su
capacidad de manejar la tecnolO'gía, pues ésta se puede adquirir en
diversas fO'rmas, sinO' que en su capacidad de disponer de lO's recur–
sos necesariO's para su aplicación, Las naciO'nes desarrO'lladas son en
realidad las que contrO'lan y se benefician con
el
usufructo de los
recursO's, y subdesarrolladas las O' tras .
De manera simplista, se sostiene en fO'rma generalizada, que la
z,nanera más eficiente de aumentar la productividad del agrO' es a tra–
vés. del empleO' intensivO' de fertilizantes, y muchO' se cO'noce de sus
pO'sibilidades. Resulta difícil, sin embargO', implementar esta sO'lu–
ción en una escala generalizada (Ehrlkh
y
HO'ldren, 1969). Si la
India, pO'r ejemplO', hiciera uso de los fertilizantes con la misma
intensidad que HO'landa, cO'nsumiría la mitad de la producción
mundial (Naciones Unidas, 196:8) . La planeación del uSO' de ferti–
lizantes pO'r parte de una nación debe venir acompañada del estu–
diO' de las dispO'nibilidades en el mercadO', y de su cO'sto. sin lo cual,
a menudO', resulta en simples utopías, que fracasan ante la imposi.
bilidad de aplicación.
El potencial silvO'agrO'pecuariO' del país es muy superior a su prO'–
ductividad actual (Carter, 1966). No es pO'sible pensar en su me–
joramientO' a través de la aplicación de medidas aisladas. El mejo–
ramiento' de los recursO's naturales debe plantearse
y
resolverse CO'L!
un criter:O' ecosistémico, donde la unidad de transformación sea el
ecosistema origen.
Las productividades que se pueden lO'grar con culLivación inten–
siva de la tierra que, según cálculO's de D. Wit (1967), Y de Stand–
h'U
(1962), discutidO's pO'rLoO'mis, Williams y Hall (1971), per–
miten concluir que pO'tencialmente se requiere de 80 m
2
para man·
tener a una persO'na en bajas latitudes, y de 800 m
2
en las latitudes