una estrategia de sustitución de importaciones, subsidios estatales,
limi~
tación a la propiedad extranjera
y,
en general, protección de la industria
nacional, dieron paso a desequilibrios internos y externos de su
econo~
mía. El colapso del precio del petróleo así como el aumento de las tasas
de interés internacionales, entre otros factores, condujeron a la crisis de
la deuda de 1982. Cuando en julio de 1982, México declaró la cesación
de pagos de su deuda externa, y
la
banca internacional interrumpió sus
préstamos al país, México debía 86.000 millones de dólares a acreedores
extranjeros.
En este contexto, en 1983, el presidente Miguel de la Madrid decidió
revaluar las políticas proteccionistas, redefinir el papel del Estado en la
economía
y
emprender un drástico ajuste estructural. Significativamen–
te, ese mismo año, Oc la Madrid ordenó una reconsideración general de
la situación ambiental en México.
El proceso de liberalización económica y apertura comercial comen–
zó entonces en 1983
y
se profundizó durante
el
segundo semestre de 1985,
época en que se anunció
el
ingreso de México al GATT, a contar de
1986. De la Madrid otorgó una interpretación m¡lS liberal a las rígidas
normas sobre inversión extranjera y relativas al comercio exterior. En
1988, adem¡ís, se dictaron leyes confiriendo mayor seguridad juríd ica y
confianza al sector privado.
La consolidación de la apertura de la economía mexicana se produjo
a partir de diciembre de 1988, cuando asumió la Presidencia Carlos Sa–
linas de Gortari. Durante los primeros cuarenta meses, la administra–
ción de Salinas de Gortad privatizó más de mil empresas estatales; redu–
jo considerablemente la inflación,
el
déficit presupuestario
y
la deuda
externa; incrementó las reservas internacionales; y acentuó la
liberali~
zación del comercio internacional. A modo de ejemplo, en 1985,
el
por–
centaje promediO de los aranceles mexicanos a las importaciones era del
orden del 20%, pero en 1992 había descendido a alrededor del 8%. La
inversión extranjera en México que en 1983 llegó sólo a los 461 millo–
nes de dólares, en 1990 saltó a casi US$ 4.700 millones.
Evidentemente, el proceso de liberalización económica y apertura
externa en México alcanzó su expresión más clara
y
profunda en la ne–
gociación del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAF–
TA) entre México, Estados Unidos y Canadá, documento firmado en
diciembre de 1992, y que, luego de las respectivas ratificaciones en los
tres países, entró en vigor el 1
Q
de enero de 1994.
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