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ASPECTOS BIOÉTICOS DE LA
DECISIÓN TERAPÉUTICA
EL MÉDICO, EL ENFERMO, LA ENFERMEDAD
Los escritos hipocráticos mencionan una tríada famosa: el médico, el
enfermo
y
la enfermedad. El pasaje en que se hace referencia a ella
agrega que el médico
y
el enfermo deben unirse para combatir la enfer–
medad 21 .
El libro famoso de Michael Balint, que inauguró una época de revi–
sión de los supuestos que inspiraron la teoría profana o sencilla del
"rapport" entre médico
y
enfermo, se denominó, en la más pura tradi–
ción clásica, "El médico, el paciente
y
la enfermedad"22.
El patemalismo característico de la profesión médica, según el cual el
médico es el experto y sabe más del enfermo que el enfermo mismo,
proviene de la noción de que el enfermo es infrrmus, carente de frrmeza,
y no posee el saber formal que el médico debe poseer, administrar y
comunicar.
Por otra parte, casi todas las tradiciones occidentales reconocen en
el médico a un letrado, un "físico", que ha adquirido
y
heredado un
saber. Es, por ello, docto, doctor.
A lo largo de su historia, la díada médico-enfermo ha cambiado de
apariencia. Se han formulado distintos modelos
y
se ha destacado algún
rasgo por sobre los demás. Antes de entrar a una descripción de ellos
y
de su relevancia, es conveniente un comentario general del clima socio–
lógico en que usualmente se ha discutido este tema.
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