N° 39, abril de 2006
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Bioética para los profesionales de la salud
E
ste año 2006 la Organización Mundial de la Salud lo ha considerado
importante para la formación de las personas que laboran en los siste-
mas de salud. Muchos aluden a estas personas como “recurso humano”,
pero esta terminología economicista no oculta que se trata de individuos
que ejercen, por elección, vocación u obligación, algún trabajo relacio-
nado con la salud de las personas. En este esfuerzo a veces se olvidan las
necesidades de estas personas como grupo expuesto a grandes sacrificios, a
veces desconocimiento de su entrega, remuneraciones inadecuadas y con-
diciones de trabajo difíciles.
La nueva ordenación institucional en
OPS
ha trasladado el Programa de
Bioética al Área de Fortalecimiento de los Sistemas de Salud, lo cual pone
en contacto directo el trabajo del programa con las necesidades de forma-
ción de los profesionales de la salud. Entre estas necesidades, sin duda las
competencias bioéticas debieran ocupar un lugar relevante.
Entendemos por competencias bioéticas ciertas capacidades y actitudes
que posibilitan el diálogo entre profesionales, entre profesionales y usua-
rios, y entre usuarios y políticos. La condición “pontifical” de la bioética
–su función de puente– está directamente relacionada con este valor ins-
trumental del diálogo en calidad de herramienta técnica que puede apren-
derse y debe enseñarse.
Por cierto, muchas de estas competencias forman parte del “
ethos
” profe-
sional de diversos grupos que laboran en salud. La solidaridad, el deseo de
ayudar, el espíritu beneficente se encuentran sin duda muy extendidos en
los profesionales y trabajadores de la salud en general. Pero no se trata de
reiterar lo obvio sino de “formar” (en el sentido de la palabra alemana “
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