Cuarta Parte / Panel de Investigadores Jóvenes
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Pablo Mardones, Francesca Simonetti, Camilo Aguirre, Benigno Pino, Nelson Carroza, Felipe Espinosa, Antonia Mardones y Alejandra Meyer
la mujer como el principal actor en la rea-
lización de los procesos migratorios, por lo
que se habla en la actualidad de feminización
de la migración, en especial cuando son
originarias de las zonas andinas de nuestra
región suramericana (Ojeda, 2005).
Nos enfrentamos al surgimiento de las de-
nominadas “familias transnacionales”, donde
la mujer preferentemente migra manteniendo
vínculos filiales con su núcleo familiar. Este
proceso se traduce en una reformulación de
los roles familiares tradicionales (Martínez,
2008). Una de las principales consecuencias
que revisten para la mujer migrante, es la
generación de la denominada “maternidad a
distancia”, siendo las abuelas principalmente
las que asumen el papel presencial que deja
la madre al tomar la decisión de migrar (Solé
& Parella, 2005) El principal beneficio que
se puede observar en el desarrollo de las
“familias transnacionales”, y que les hacen
más llevadero el tema de la distancia, es la
entrega de remesas que envía la mujer a su
familia, lo que le permite mejorar o mantener
la calidad de vida de esta (Stefoni, 2002).
Un elemento esencial a conceptualizar
en vistas de nuestra futura propuesta de tra-
bajo es la Escuela, comprendida como uno
el principal socializador secundario, y por
tanto, generador de integridad en los niños
al entregarle, por medio de los contenidos de
clase, los elementos que le permitirán inte-
grarse en la sociedad en la que se encuentra.
De esta forma entendemos a la escuela como
una institución que tiene como finalidad la
socialización de los individuos, por medio
de la entrega de los elementos institucional-
mente reconocidos como necesarios para
poder integrarse y participar en una sociedad
específica (Berger & Luckmann, 2001).
La Escuela, vista desde esta perspectiva,
entrega los elementos esenciales que la
ideología dominante de una sociedad es-
pecífica considera necesaria de entregar a
sus miembros (Bourdieu & Passeron, 2006).
Esto se lleva a cabo por medio de la entrega
de un aparato de códigos y contenidos que
se transmiten en la Escuela por medio del
currículo, el cual se transmite esencialmente
por el docente apoyado en el texto de estudio
(Bernstein, 1988). Como vemos, la Escuela es
una institución encargada de la reproducción
social de los parámetros reconocidos por las
sociedades como necesarias para que los
individuos puedan integrarse en una socie-
dad y esto queda de manifiesto en el sistema
escolar chileno, al entregar un texto único
a todos los establecimientos educacionales
públicos del país.
Los niños/as migrantes en Chile que
asisten a escuelas públicas, desde este punto
de vista, son actores necesarios de estudiar
y hacer un seguimiento en relación a lo
planteado en torno al sistema escolar chileno
anteriormente, con la idea de poder observar
de qué manera ellos/as se desenvuelven en
un sistema que tiene sus códigos y conte-
nidos basados en una ideología y cultura
que no les son propias, pero que tienen que
asumir por medio de la Escuela Pública a la
cual asisten estos niños y niñas migrantes.
Además, parece importante además indagar
en los conflictos que se producen entre la
Escuela como agente socializador secun-
dario por excelencia de las sociedades y la
familia de los niños/as migrantes que son
los agentes socializadores primarios de los
niños. Especialmente observar la forma en
que se interpretan los antecedentes bélicos
que marcan las relaciones a lo largo de la
historia con países como Perú y Bolivia
especialmente.
Como vemos, la Escuela es un espacio
privilegiado para poder observar la forma en
que una sociedad como la chilena enfrenta