eficacia del control biológico del suelo, y aumenta la presencia de
enzimas del suelo.
Además de los beneficios antes detallados, el guano puede ser usado
con el objetivo de controlar agentes microbiológicos dañinos para las
plantas, especialmente los nemátodos fitoparásitos que causan daño a
las raíces. En este ámbito se enmarca el presente trabajo, que pretende
mostrar y discutir el tema de utilizar guano como una más de las
herramientas hoy posibles de integrar para manejar el problema de los
nemátodos fitoparásitos en los cultivos.
2. Antecedentes generales
El uso de materia orgánica para controlar plagas, se inicia con el
concepto de Biofumigación, definido como la utilización de materia
orgánica en el suelo, que ejerce una acción fumigante durante el proceso
de descomposición, en el cual libera sustancias volátiles con efecto de
control sobre los organismos fitopátogenos que se encuentran en el
suelo. La Biofumigación nace como alternativa al uso del Bromuro de
metilo, que entre el 50 y 95 % de lo aplicado pasa a la estratosfera en
forma de gas, libera los átomos de bromo, que reaccionan con el ozono y
otras moléculas estables que contienen cloro. Esto da lugar a una
reacción en cadena que contribuye a la destrucción y reducción de la
capa de ozono, con la consecuente disminución del efecto filtro de ésta,
que incrementa la intensidad de los rayos ultravioletas sobre la superficie
terrestre, con los consecuentes riesgos para la salud y el medio
ambiente. El uso de Bromuro de Metilo tiene el año 2005 fecha de
suspensión para países desarrollados y el año 2015 para los otros
países, esto de acuerdo a la IV Reunión del Protocolo de Montreal en
Copenhague.
El guano es excelente para el control de nemátodos. Cuando la situación
es muy grave puede enterrase lo menos descompuesto posible para que
la mayor parte del proceso de fermentación ocurra bajo tierra. El uso de
materia orgánica que fue habitual en los huertos de nuestros abuelos hoy
retoma fuerza cuando se justifican científicamente muchos de los
beneficios de este tipo de labores, especialmente para que la planta se
defienda de los nemátodos fitoparásitos que les afectan las raíces.
La poda de raíces provocada por la aplicación del guano no es un
problema ya que si las heridas de las raíces quedan en contacto con el
guano, éste las sellará impidiendo que por éstas ingresen a la planta
hongos o agentes dañinos. Este tratamiento es indicado cuando existe
tal daño en las raíces, que da lo mismo cortarlas. Aunque, si la situación
es así de grave, lo más conveniente es tratar el problema de los
parásitos por medio de un programa que integre varias formas de control
que se vayan aplicando en el tiempo. Cuando la aplicación de guano se
hace en cobertera el resultado es menos eficiente en el control de
nemátodos fitoparásitos ya que se pierde el efecto biofumigante al no ser
incorporada la materia orgánica a la estructura del suelo, y perderse
hacia la atmósfera gran parte de las sustancias biocidas. Además hay
una disminución de la temperatura del suelo en las capas superficiales.
Las ventajas de la aplicación de la materia orgánica en cobertera serían
el reciclaje de nutrientes y el menor costo de aplicación.
Los microorganismos del suelo que participan en la descomposición de
la materia orgánica son bacterias, hongos, actinomycetes, algas,
protozoos y virus. Durante el proceso de descomposición de la materia
orgánica se pierde la permeabilidad diferencial de las membranas y se
activan enzimas hidrolíticas que permiten la liberación de compuestos
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