Sistematización de la experiencia "El Rincón de la Mujer Mapuche"

podría hacerlo poco interesante para los hombres. Como señala Palacios (2008): “ Esto abre un tópico interesante porque para estas mujeres el ‘ser mujer’ o el ‘ser hombre’ define, por ese simple hecho, motivaciones distintas, donde las mujeres privilegian su participación para ‘el bien común’ y los hombres, movidos por intereses personales y de tipo más reivindicativos, se movilizan en torno a lo que ellas tienden a asociar a ‘motivaciones de tipo más político’, o ‘recreativas’, donde el deporte es la actividad más recurrente. “ Finalmente, algunas dirigentas y participantes del equipo nos preguntamos si la amplia mayoría de mujeres pudo haber sido un aspecto facilitador del trabajo colaborativo, sin disputas de poder, que favoreció el éxito del proyecto. 2. Pago - contratación a las labores comunitarias entendidas como trabajo de cuidado a nivel colectivo y comunitario. El “Proyecto Promotores de Salud y Calidad de Vida” en el que se enmarca la experiencia “Rincón de la Mujer Mapuche”, incorporó en su diseño el pago de honorarios de $100.000 mensuales a las y los dirigentes sociales capacitados que se comprometieron a la generación de proyectos participativos y la aplicación de contenidos en sus comunidades. Los montos fueron calculados considerando un aporte aproximado de un cuarto de sueldo mínimo. Cabe destacar que este aporte se entrega además de los recursos destinados a los gastos operacionales propios de estos proyectos, resguardando así la continuidad de esta participación e incentivándola, al evitar que para llevarla a cabo se incurra en gastos personales o familiares. La discusión sobre los beneficios y desafíos, así como el sentido que entrega esta remuneración, puede abordarse desde distintas perspectivas. El salario como factor de institucionalización posibilita el ejercicio de la práctica comunitaria y su mayor desarrollo, pero, por otro lado, se corre el riesgo que la

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